Sus dos compañeros logran recuperar de forma inmediata su libertad, al pagar una multa de 5 mil pesos cada uno
Alexis Massieu
La Prensa
Mientras que dos de los tres presuntos delincuentes que fueron acusados de cometer el delito de posesión simple de narcóticos, la semana pasada en el municipio de Castaños, lograron recuperar de forma inmediata su libertad, al pagar una multa de 5 mil pesos cada uno, el tercero de ellos, oriundo de Sinaloa y radicado en California, Estados Unidos de América, espera por la decisión que tomará el día de hoy el juez penal que lleva su caso, para poder recuperar su libertad.
Como María, Jorge y Mario “N”, se identificaron ante el juez, los tres tripulantes de una camioneta, a la que agentes de la Policía Civil de Coahuila, le marcaron el alto la mañana del 25 de marzo, cuando se incorporaron al bulevar Gustavo Galaz, a exceso de velocidad, desde la calle Hidalgo, a los cuales al momento de bordar, les encontraron entre sus pertenecías a cada cual, varias bolistas con droga, de la conocida como cristal, y que fue catalogada por una perito como metanfetaminas.
Apenas abordarlos, los oficiales notaron que Mario (el sinaloense), quien iba al volante, se mostraba nervioso, había bajado de la camioneta sin que se lo pidieran, caminaba de un lado al otro, y volteaba constantemente hacia los lados, al cual le encontraron 4 envoltorios en una las bolsas del pantalón, luego a Jorge “N”, 26 bolsitas, y a María 15, las cuales traía dentro de una bolsa para dama de color beige, que tiró al suelo, y presuntamente pateó para esconderla debajo de la camioneta.
Por no tener antecedentes penales, durante la primera audiencia, el abogado de los tres imputados, solicitó para María y Jorge “N”, una salida alterna consistente en el pago de una multa que se fijo en 50 unidades de medida y actualización (UMA´s), equivalentes a 5 mil 428 pesos, con la cual se dio por concluido el caso en su contra.
Sin embargo, en el caso de Mario, de quien no se había podido localizar a sus familiares, se pidió que su situación legal le fuera resuelta dentro del plazo de 144 horas que le concede la Constitución, tiempo que su abogado usaría para contactar con sus seres queridos y reunir el dinero de la multa.
Como Mario, es originario de Sinaloa, y vive en el vecino país del norte, tuvo que permanecer en la cárcel, dado que dejarlo en libertad implicaba un alto riesgo de que pudiera irse y ya no regresar a terminar con el proceso legal abierto en su contra, identificado como el 311/2024.