El Banco de México (Banxico) decidió mantener su tasa de interés referencial en 4.25 por ciento, haciendo una pausa a los recortes para confirmar que la inflación tiene una trayectoria decreciente, ya que el balance de riesgos para los precios es incierto.
«Esta pausa brinda el espacio necesario para confirmar una trayectoria convergente de la inflación a la meta.
«Hacia delante, la conducción de la política monetaria dependerá de la evolución de los factores que inciden en la inflación general y subyacente, en sus trayectorias previstas en el horizonte de pronóstico y en sus expectativas», indicó el banco central en su anuncio de política monetaria.
Dos miembros votaron por disminuir la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 4.00 por ciento.
Banxico refirió que actividad económica global ha venido recuperándose y los mercados financieros han mostrado un comportamiento positivo impulsado por los avances en el desarrollo de vacunas para combatir al Covid-19, la expectativa de un nuevo paquete de estímulo fiscal en Estados Unidos y la menor incertidumbre geopolítica.
En cuanto a México en específico, indicó que, posterior a la recuperación en el tercer trimestre, la actividad económica México continuó mejorando a inicios del cuarto, si bien permanece por debajo de los niveles previos a la pandemia, en un entorno de incertidumbre y riesgos a la baja.
«Se anticipan amplias condiciones de holgura a lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria», mencionó el instituto central.
Destacó que la inflación general anual pasó de 4.09 a 3.33 por ciento entre octubre y noviembre de 2020 debido a la reducción de los componentes subyacente y no subyacente.
«La inflación subyacente disminuyó de 3.98 a 3.66 por ciento, destacando la menor variación anual de las mercancías no alimenticias (3.85 a 3.06 por ciento), asociada principalmente a la mayor extensión e intensidad de las ofertas de ‘El Buen Fin'», subrayó.
Planteó que en el comportamiento de estos precios podría influir hacia delante tanto la debilidad de la demanda, que propiciaría disminuciones de precios más persistentes, como afectaciones por el lado de la oferta y una recomposición del gasto hacia las mercancías, que podrían propiciar ajustes al alza al terminar el periodo de ofertas.
«Por su parte, la inflación no subyacente bajó de 4.42 a 2.33 por ciento, debido principalmente a las caídas en las variaciones anuales de los precios de las frutas y verduras y de las gasolinas», agregó.
Resaltó que las expectativas de la inflación general para el cierre de 2020 se redujeron y las de mediano y largo plazos se mantuvieron estables en niveles superiores a la meta de 3 por ciento.
«Considerando las previsiones de inflación descritas, la incertidumbre que las rodea, así como la conveniencia de consolidar una trayectoria decreciente para la inflación general y subyacente hacia la meta de 3 por ciento, con la presencia de todos sus miembros, la Junta de Gobierno decidió por mayoría mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 4.25 por ciento».