México se encuentra en el lugar número 12 en la calidad de empleo; por debajo de la media de América Latina (41.2 puntos) por debajo de países como Uruguay, Chile y Costa Rica que tiene la puntuación más alta.
México se encuentra en el lugar número 12 en la calidad de empleo; por debajo de la media de América Latina (41.2 puntos) por debajo de países como Uruguay, Chile y Costa Rica que tiene la puntuación más alta, arriba de 50 puntos en la escala de 100, según el Índice de Mejores Trabajos que da a conocer el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Tras destacar que la calidad del empleo en América Latina se encuentra entre la informalidad y salarios que no alcanzan y prácticamente sacaría 4 de calificación, el BID resaltó que en la región llegó en 2022 a su pico histórico más alto desde 2010: 41.2 en una escala de 0 a 100.
“Sin embargo, esta medida, la última disponible del Índice de Mejores Trabajos del Banco Interamericano de Desarrollo, indica que la mayoría de trabajadores en la región se gana la vida desde la informalidad, y sus ingresos no alcanzan para superar la pobreza. La informalidad laboral se traduce en salarios bajos, acrecienta la pobreza y la desigualdad y, por ello, frena la productividad”.
En el informe detalla que pese a que hay algunos avances, los efectos de la pandemia en el empleo, y también la importante deuda de la región en cuanto a la calidad del empleo siguen reflejándose en empleos precarios.
“En el día internacional del trabajo 2024 reflexionamos sobre la urgencia de elevar la calidad del empleo en la región. Fortalecer las políticas de empleo y alinear la formación para el trabajo con las necesidades de capital humano del sector productivo”, detalló.
El BID indicó que el Índice de Mejores Trabajos mide cómo son los empleos de los países a través de dos dimensiones: cantidad y calidad. La dimensión de cantidad está compuesta por dos indicadores: la tasa de participación laboral y la de ocupación. La calidad se construye con las tasas de formalidad y de trabajos con salario suficiente para superar la pobreza.
Asimismo, refiere que la crisis provocada por la pandemia en 2020 generó una caída en el puntaje a 37.0 puntos; desde entonces se ha observado una recuperación llegando a 41.2 en 2022, su punto más alto. “A pesar de esa evolución positiva, este puntaje del componente de calidad significa que la mayoría de los trabajadores en la región se desempeñan desde la informalidad y ganan salarios insuficientes para vivir”.
Respecto al género, el BID reitera que las mujeres de América Latina tienen empleos de peor calidad que los hombres; en ese sentido, detalló que “en 2010, la brecha entre hombres y mujeres en su conjunto era considerable: 23.1 puntos mayor para los hombres que las mujeres. Para la última medición disponible de 2022, si bien la diferencia se ha reducido, aún persiste con 20.3 puntos. Esta tendencia refleja el éxito marginal de los esfuerzos por cerrar la brecha de género en el mercado laboral a lo largo del tiempo”.
En este caso, México también ocupa el lugar número 12 de los países de América Latina, por debajo de Bolivia, Colombia y Paraguay; por arriba de El Salvador y Perú.
A ese ritmo, el Índice para las mujeres tardaría más de 47 años en alcanzar el nivel de calidad y cantidad del empleo que tienen los hombres para 2022”, indicó.
Para hacer frente a este desafío, el BID recomienda “equipar al capital humano de la región con habilidades para la productividad que estén alineadas con las necesidades de talento de los sectores productivos . Esto incluye acompañar a los países en la transformación de sus industrias a partir de las nuevas tecnologías, el cambio climático, y la transición a economías verdes”.