Los letrados del Departamento de Justicia argumentaron que Google es un monopolio ilegal que ha gastado anualmente más de 20,000 millones de dólares para eliminar a la competencia, mientras que Google defendió que su posición en el mercado se debe a que es mejor que sus competidores.
Los abogados del Gobierno estadounidense y los del gigante tecnológico Google chocaron este viernes en la que se espera sea la última vista de un juicio que podría definir el futuro de Internet y en el que un juez deberá decidir si Google es un monopolio ilegal.
En esa vista, los letrados del Departamento de Justicia argumentaron que Google es un monopolio ilegal que ha gastado anualmente más de 20,000 millones de dólares para eliminar a la competencia, mientras que Google defendió que su posición en el mercado se debe a que es mejor que sus competidores.
Gran parte del juicio, que comenzó en septiembre, ha girado en torno a la pregunta de si la posición de Google en el mercado se debe a los contratos que tiene con empresas como Apple para ser el motor de búsqueda predeterminado en teléfonos inteligentes y ordenadores.
Según documentos del juicio hechos públicos, Google llegó a pagar 20,000 millones de dólares (unos 18,650 millones de euros) solo en 2022 para que su buscador fuera la opción por defecto en los iPhone y en el navegador Safari.
Acuerdos similares han puesto al buscador de Google como la configuración predeterminada en dispositivos con el sistema operativo Android (creado por Google) y en el navegador Mozilla.
Otro aspecto que destacaron los abogados del Departamento de Justicia en el último día del juicio es que, además de dominar el mercado de navegadores, desde su fundación en 1998, Google ha monopolizado la publicidad en los buscadores forzando a las empresas a usar sus productos al tiempo que aumentaba los precios.
En concreto, el letrado del Departamento de Justicia, David Dahlquist, llegó a afirmar este viernes que “los ingresos por publicidad son lo que impulsa el poder monopolístico de Google hoy en día” y argumentó que la posición de Google como monopolio le permite cobrar precios artificialmente altos a los anunciantes.
Frente a ello, el abogado que lidera la defensa de Google, John Schmidtlein, dijo este viernes que en realidad los ingresos que obtiene el buscador de anuncios han bajado en los últimos años debido a la competencia de plataformas como TikTok, Facebook e Instagram.
En sus alegatos finales, el gigante tecnológico también afirmó que los usuarios podrían cambiar fácilmente a otros buscadores si quisieran, pero prefieren Google.
Durante el juicio, empresas como Apple testificaron que se asocian con Google por considerar superior su buscador.
El juez Amit P. Mehta, que preside la causa, aún no ha dicho cuándo dictará sentencia, aunque se espera que pueda tardar varios meses.
El Departamento de Justicia ha pasado tres años construyendo el caso, que se inició cuando Donald Trump era presidente (2017-2021) y que heredó el demócrata Joe Biden cuando llegó al poder en 2021.
Datos de la compañía de análisis Similarweb muestran que Google cuenta con el 90% del mercado de motores de búsqueda en Estados Unidos y con el 91% a nivel mundial.