En el primer día del festival, 59 mil personas tuvieron la oportunidad de disfrutar diferentes tipos de música y artistas… y hasta galardonados de la cinematografía
Es el tercer año que se lleva a cabo el festival Tecate Emblema y en cada oportunidad los organizadores tienen preparadas diferentes experiencias —planeadas o no— para que los asistentes se pasen una jornada de ésas que dan ganas de regresar, y este año no fue la excepción, en donde 59 mil personas abarrotaron la Curva Cuatro del Autódromo Hermanos Rodríguez.
Un cartel surtidito, en el que más de la mitad eran mujeres, no pasó desapercibido ni para el público ni para artistas como Bu Cuarón, quien a sus 20 años ya alcanzó uno de sus primeros sueños profesionales: presentarse en un escenario en la Ciudad de México y… ¡qué forma de debutar!
Un minuto antes de las 18:50 horas, tiempo en el que estaba programada, los primeros sonidos del proyecto musical que ha venido desarrollando desde hace ya unos años atrás se empezaron a escuchar en la Carpa Shein, en donde apareció ataviada con un pantalón plateado, una sudadera roja y su largo y quebrado cabello suelto.
Los seguidores de la cantante nacida en el Reino Unido poco a poco se fueron reuniendo lo más cercano posible al escenario y lo que parecía que iba a ser una presentación linda y tranquila se convirtió en un show arriba y abajo del entarimado.
Bu no llegó sola, traía una porra de ésas que no pasan desapercibidas, una que se caracteriza por ser parte del olimpo de la cinematografía mexicana. Su papá Alfonso Cuarón, su tío Carlos, Alejandro Lubezki, Yalitza Aparicio y Marina de Tavira se convirtieron en espectadores —con nominaciones y premios Oscar— que fueron a apoyar el debut de Bu.
Es mi primer show aquí en México. Hacer esto aquí es increíble y eso se sabe. Este año, más de 50% de los artistas en el cartel del festival son mujeres; cuando voy a juntas es una industria llena de hombres, necesitamos más mujeres atrás y sobre el escenario… y todavía más importante: una mujer no es la extensión de un hombre”, resaltó Bu frente un público que la ovacionó y que sin duda enorgulleció al mexican film squad que no paró de apoyarla.
Y mientras Bu derrocha talento mostrando que su arte, diferente al de su papá y su tío, también lo trae en las venas, se expresa con música, y por qué no demostrarlo presentando su primer disco Drop By When You Drop Dead, el cual salió hace apenas un mes y que la gente se ha enganchado a él a través del primer sencillo Viceversa.
Bu también sabe que la familia es importante, por lo que mientras invitaba a su hermano Olmo y a su primo Mateo a tocar con ella, en la parte de atrás el orgulloso Cuarón inmortalizaba el debut de su niña con el celular, a la vez que Joselo y Quique Rangel, sí, los tacvbos, lo felicitaban y escuchaban con atención a la chica.
Bu bailaba, saltaba y disfrutaba su momento. Ella sabe que éste es el principio de algo más grande y en el apoyo se podía constatar porque personajes como Amat Escalante, Camilo Lara y hasta Diego Boneta se hicieron presentes en el escenario para disfrutar de un energético show de 40 minutos.
Para cuando el calor ya había dado tregua a los asistentes al festival, llegó el momento de rockear un rato. Måneskin se apoderó del Escenario Tecate para poner a saltar a sus fans que poco a poco se fueron acercando al escenario principal.
Estamos muy felices de estar aquí por tercera vez. Discúlpenme porque hace unos tres meses que no practico español, así que hablaré en inglés. Muchas gracias por estar hoy aquí”, dijo Damiano David, vocalista de la agrupación italiana.
Ahí, con un set de 90 minutos, David, Victoria De Angelis, Ethan Torchio y Thomas Raggi tuvieron la oportunidad de plasmar su poder rockero y por momentos metalero en los temas que interpretaron; algunas partes de su más reciente álbum Rush! y otros sencillos que han lanzado en su carrera, pero sin dudarlo, Beggin’ fue la rola que enloqueció a los presentes.
Si en el Vive Latino Belanova dio la sorpresa de ser una de las bandas que más llamó la atención, en el Tecate Emblema la cosa se puso aún mejor. Denisse Guerrero, Edgar Huerta y Ricardo Arreola lo volvieron a hacer.
El Escenario Kia se abarrotó de chicos y grandes sólo para poder ver y escuchar una vez más a la banda. Me pregunto fue la rola, con nuevos arreglos, con la que Belanova abrió la velada.
Hola, ¿cómo están? Estamos muy contentos de estar aquí”, lanzó Denisse para darle entrada a Niño. Obvio la gente la cantó de principio a fin y la complementó con “las palmas”, como lo pidió la vocalista.
Durante 75 minutos la banda llevó al público a un viaje a la primera década de 2000 en dónde las canciones de entonces sonaban actuales con la reinterpretación que le dieron. Y en esa aventura no podía faltar una invitada contemporánea como Paty Cantú, con quien Belanova dio vida a Tus ojos, a la cual siguieron clásicos como Cada que y hasta un cóver de Como la flor, de Selena.
A las cuatro de la tarde los 30ºC que se sentían y las pocas sombras frente al Escenario Tecate retaban a todos aquellos que querían ver de cerca a Noah Cyrus, sí, la hermanita de Miley.
Las cervezas se iban como agua y las caras húmedas por el calor eran una constante, pero todo valía la pena con tal de escuchar a la cantante estadunidense a quien el clima no le fue indiferente.
Es bueno estar de vuelta, Ciudad de México. ¿Cómo están? Hace calor aquí”, señaló Noah, quien decidió luchar, con su propio estilo, con el calor, portando una larga gasa traslúcida en tono rojo que cubría sus piernas, senos y cabeza, mientras que un corsé del mismo tono acentuaba su torso y su nombre se incendiaba en la pantalla interior del escenario. Para Noah la música es una manera de curar y curarse, por lo que compartir sus melancólicos temas no es una novedad, lo que sí es que, a diferencia de hace cinco años, que fue la anterior vez que visitó México, ahora es una mujer que a lo largo de 50 minutos comparte sus emociones y sentimientos.
