A esta discoteca se iba a bailar; la barra nunca superó la taquilla. Muchos de los hoy abuelos conocieron a su futura esposa en la pista de baile de esta discoteca, fundada por dos casi adolescentes
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
En otoño de 1978 abría sus puertas la disco “J&G” el templo musical más recordado con nostalgia en Monclova por su pista, bailes, inesperados noviazgos donde muchos terminaron en matrimonio, pero fundamentalmente por la gran diversión donde imágenes y audios aún están en la memoria de aquellos que fueron jóvenes desde finales de la década de los setentas y ochentas.
En esa época la película -Saturday Night Fever- había creado un estilo de vida en música, ropa, con jóvenes ensayando frente al espejo los pasos de John Travolta, que luego pusieron en práctica en la pista de “J&G” bajo esferas giratorias de espejos colgadas del techo, luces de estrobo con efecto de cámara lenta, mientras el “DJ” prendía el ambiente con discos de vinil.
La disco era el sitio perfecto para socializar, bailar y divertirse sanamente, sus creadores Javier Valadez y Gastón Zertuche con esfuerzo, empeño, mucho trabajo y escasos recursos económicos cristalizaron su proyecto. En salones de baile, el “J&G” se convirtió en el sello distintivo de Monclova, la marca registrada.
Los chavos acudían al “J&G” vestidos como los personajes de la película que había sido estrenada un año antes, imitaban la coreografía de John Travolta y Karen Gorney, la fiebre de la música disco era el lenguaje universal, un fenómeno mundial y Monclova llegó a tener con la disco de Javier, y Gastón, de las mejores a nivel nacional.
La disco abrió sus puertas el 25 de noviembre de 1978, el cofundador Javier Valadez, remasteriza episodios de cuando con su amigo Gastón Zertuche germinaron crear un equipo de música con cintas y luces, pero finalmente el destino quiso la instalación de lo que sería “J&G” con fines de diversión sana.
La historia empezó a escribirse hace casi 46 años cuando la dupla de los entonces casi adolescentes Javier y Gastón se instalaron entusiasmados y transpirando muchas ganas, en el inmueble donde actualmente es Seguridad Pública Municipal, ellos mismos fabricaron el mobiliario que incluyó diminutos banquitos, decoración, sonido, y luces.
“Tenía 18 o 19 años de edad, empezamos con ganas y errores como todo mundo, en aquel 1978 tuve que invertir lo que para mí en ese tiempo se me hacía un dineral, tenía 7 mil pesos, los tuve que pedir prestados, pero lo que más había eran muchas ganas de salir adelante, mucho positivismo”, recuerda Javier sumergiéndose en aquellos días cuando tejían el proyecto.
La narrativa de Javier Valadez nos transporta a una época en que los fines de semana en domicilios particulares los chavos de la época organizaban su baile disco, se les conocía como “cocadas” porque únicamente se servían refrescos no alcohol, ya que los asistentes eran exclusivamente adolescentes.
SE BAILABA CON ABBA, CHIC, BONEY M
Se bailaba con Abba, Chic, The Trammps, Tavares, Pointer Sisters, Village People, Boney M, Gloria Gaynor, Donna Summer, Lipps Incorporation, Patrick Hernández, pero especialmente Bee Gees con el soundtrack de la película Fiebre de Sábado por la Noche.
“Las remodelaciones casi todas las hacíamos nosotros, si se necesitaba un albañil pues se contrataba un albañil, pero la mayoría o eran ideas mías, o eran ideas de Gastón, gente que estaba apegada a nosotros nos apoyaba en cuestión de electricidad, y pues nosotros nos fuimos formando ahí, fue una escuela de todólogos”, expresa con nostalgia Valadez.
Recuerda aquel episodio de cuando construyeron una cabina superior, entonces cerraron un fin de semana, pero cuando reabrieron en pleno aniversario, estaba la fila desde la puerta de la disco hasta la calle Hidalgo y luego daba vuelta hasta lo que es el Palacio de Justicia. “Era un gentío tremendo”, expresa aún asombrado por aquella asistencia masiva.
En la etapa inicial de “J&G”, la mancuerna de Javier Valadez y Gastón Zertuche se aventuraban a viajar con el dinero contado a Eagle Pass a comprar discos, al regreso, no fueron pocas ocasiones las que tuvieron que viajar de “raid” pues habían agotado el dinero en adquisición de lo más reciente de la música disco en acetatos de 33 y 45 revoluciones por minuto.
Valadez, recuerda que desde el primer día se llenó el “J&G” y aclara que de esa época la única competencia era la discoteca que estaba en el hotel Gil Cantú (L’Ellipse), “nos ayudó mucho una estación de radio que estaba por bulevar Juárez, nos promocionaron, hubo mucho apoyo.
Los domingos, añade, “las tardeadas de cuatro de la tarde que creó escuela, ahí sí se vendía puro refresco, algo también muy importante es que la barra nunca superó la taquilla, la gente iba más a bailar que a tomar, en un domingo se registró asistencia de mil 100 personas, un record”.
“LA GENTE IBA A BAILAR”
“La gente iba a bailar, el joven con su camisita a buscar la pareja o buscar la amiga, alguna chica que le gustara bailar, ahí se hicieron muchos novios, también muchos matrimonios que todavía conozco, que se casaron porque ahí se conocieron en la disco”, dice hojeando episodios de la época, ya suman 46 vueltas al sol desde la inauguración.
Pablo Bustamante, dice que su amigo Javier Valadez hace es un trabajo muy profesional, siempre buscando la diversión y entretenimiento en la organización de los bailes, como el que se aproxima dentro de algunos días.
En la conversación, llega el momento de preguntar por qué cerró “J&G”, se despidieron con la canción de “Last Dance”, Último Baile de Donna Summer; “Bueno, mira, tuvimos aproximadamente si no me equivoco 13 años funcionando con bailes de disfraces, maratones, festejos de Halloween, aniversarios, muy padre en aquellos años”.
“Abríamos los días de Navidad y el día último del año, a partir de las 12:00 de la noche y terminábamos a las 7:00 de la mañana y como todo, pues las modas pasan, la competencia, total decidimos cerrar, fue una decisión dolorosa, pero tenía que tomarse y se decidió”.
Cuarenta y seis años después de apertura de la afamada disco, Javier Valadez retomará su pasión por la música para bailar de su época; el próximo 5 de julio celebrarán el décimo cuarto aniversario de la fundación de la página electrónica “J-Forever”. Y advierte; voy a echarle todos los kilos hasta donde pueda, a los bailes masivos”.
“Aquí está Pablo Bustamante y no me va a dejar mentir, somos un equipo de promotores de eventos, tengo gente que me ayuda a promover el evento incluyendo a Pablo que maneja las redes sociales, un equipo muy compacto, muy efectivo, y muy organizado, estoy 7, 8 horas ahí parado en el evento, me involucro mucho con la música de esa época, siempre me ha gustado”.
Diferencia abismal la tecnología de los años setentas a la actual, “ya puedes hasta tener una pantallita en tu carro o sea la tecnología va avanzando, entonces tenemos que estar a la vanguardia de todo eso para que la gente disfrute más un evento, o sea ya no significa que nada más estés escuchando la canción bailándola sino también viendo el video para que tú lo disfrutes”.
De pronto, con melancolía recuerda a aquellas personas que participaron en la discoteca “J&G” pero que lamentablemente han fallecido, grandes personajes de la música y el baile, “pero pues la vida sigue y hay que hay que darle, entonces la vida hay que disfrutarla mientras se pueda”, puntualizó.