El párroco del Santuario de Guadalupe, José López Sandoval expresó que doña Lilia de la Fuente construyó una historia de vida y se cobijó en las manos de Dios, quien la amó profundamente
Por Wendy Riojas
LA PRENSA
“Lilia fue una mujer muy particular que se distinguió por los dones que Dios le dio. Fue muy privilegiada”, declaró José López Sandoval, párroco de la iglesia Santuario de Guadalupe, durante la misa de cuerpo presente de la señora Lilia de la Fuente.
Durante la misa, que inició a las 17 horas previo a trasladarse al panteón Jardines del Recuerdo, el párroco mencionó que Dios le concedió una sabiduría muy particular a la señora Lilia que dejó plasmada en su forma de vida, en sus creencias.
“Nuestra hermana Lilia, fue una persona muy particular que se distinguió por los dones que Dios le dio y que sin duda alguna sus hijos, Melchor, Irasema, Martha y Liliana, pueden dar testimonio de ello”.
Dijo que construyó una historia de vida donde tenía claro su proyecto personal y donde sabía que sola no podría hacerlo, por lo que se cobijó en las manos de Dios, quien la amó profundamente y le concedió muchas cosas.
“Hoy por hoy sus hijos pueden dar testimonio de ello. Ella fue privilegiada porque el señor le concedió la gracia de una sabiduría muy particular, muy especial; sabía el camino correcto que debería de seguir”.
El párroco recordó que doña Lilia tenía su ruta, caminaba a la parroquia San Francisco de Asís o al Santuario de Guadalupe, subía y bajaba escaleras, ya que, ella misma fue construyendo su propio camino.
“Fue un camino que la distinguió siempre y que ojalá a ustedes también los distinga. Cuando yo me atrevo en mi vida personal a dejar que el señor vaya caminando conmigo estoy seguro que todo lo que pueda emprender tiene sentido y trascendencia”.
Dijo que la señora Lilia en su manera de vivir, creer y compartir su historia plasmo con sus manos la sabiduría que el señor le dio y declaró: “se puede decir que el señor fue grande con ella y ella sin duda le correspondió de la misma manera”.
En la misa de cuerpo presente, el presbítero mencionó que hay personas muy afortunadas porque Dios les ha puesto personas muy particulares que van mostrando cual es el camino correcto que deben de seguir.
Y mencionó: “Hoy podemos decirle al señor muchas gracias por todo y tanto que le diste a nuestra hermana Lilia en vida. Sus hijos al contemplar a Dios decirle; ‘Tu nos pusiste una mujer que nos mostró el camino que debiéramos de seguir”.
Dijo que, al abrir el oído, los ojos, la mente y el corazón, pueden descubrir la grandeza de Dios en los pequeños y grandes detalles de vida, como lo hizo la señora Lilia de la Fuente, con los grandes dones que poseía.
En la misa estuvieron presentes sus hijos, Melchor, Irasema, Martha y Liliana, así como nietos, familiares y amigos, quienes posteriormente le dieron cristiana sepultura en el panteón Jardines del Recuerdo en Monclova.