REINO UNIDO.- Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, intentó tranquilizar el lunes a los británicos después de que numerosos países cortasen toda conexión con el Reino Unido debido a una mutación del coronavirus, amenazando con provocar caos en los aprovisionamientos a diez días del Brexit.
Carteles en las autopistas del sur de Inglaterra alertaban a viajeros y transportistas del cierre de la frontera con Francia, que la noche anterior decidió suspender todos los enlaces por tierra, mar y aire con el país durante 48 horas.
Una gran parte de los productos que importan los británicos llega desde allí y una importante cadena de supermercados, Sainsbury’s, advirtió que si las perturbaciones se prolongan podrían faltar aprovisionamientos de alimentos frescos como lechugas, coliflor, brócoli o cítricos.
En el sentido contrario, el exportador escocés de marisco Lochfyne denunció como un «desastre» el bloqueo de camiones cargados con pesca viva por valor de «millones de libras» destinada al continente: «Si pasamos 48 horas, después no llegaremos a tiempo para la entrega de Navidad», que para estos productos es «el mayor mercado del año», afirmó en Twitter.
Pero en una rueda de prensa televisada, Johnson aseguró que los bloqueos «sólo afectan a la carga transportada por humanos» (muchos contenedores viajan solos por barco), es decir «sólo 20% del total que viene o va al continente europeo».
Esto «significa que la gran mayoría de alimentos, medicinas y otros suministros van y vienen con normalidad», precisó tras haber presidido una reunión de urgencia de su gobierno.