Por Expansión
La Prenas
Durante los 90 días que duró la campaña presidencial, Ernestina Godoy y Omar García Harfuch hicieron recorridos con recursos públicos para buscar el voto de los simpatizantes y ganar un lugar en el Senado de la República.
De acuerdo con el reporte de fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), en conjunto gastaron alrededor de 58.3 millones de pesos, con lo que lograron las preferencias en las votaciones del pasado 2 de julio.
Sin embargo, el llamado de la futura presidenta Claudia Sheinbaum para que se sumen a su Gabinete como titular de la Consejería Jurídica de la Presidencia y secretario de Seguridad federal benefició al exalcalde de Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil, y la presidenta del Partido Verde Ecologista de México, Karen Castrejón, quienes ocuparán su lugar en el Senado sin haber hecho campaña.
Castrejón y Chíguil asumirán sus escaños en el Senado una vez que Godoy y García Harfuch tomen posesión e inmediatamente soliciten licencia para incorporarse al equipo de Sheinbaum el 1 de octubre.
Para el politólogo y exconsejero electoral Javier Santiago Castillo, este movimiento respondió a una estrategia de los partidos que conforman la coalición Sigamos Haciendo Historia para garantizar los dos escaños en la Cámara Alta y asegurar el avance de la llamada «Cuarta Transformación».
“Es un movimiento natural, lo que hizo Morena fue aprovechar el empuje electoral que Omar García Harfuch y Ernestina Godoy tienen en la Ciudad de México para reforzar electoralmente a la candidatura presidencial y ganar dos espacios en el Senado que difícilmente obtendrían sus suplentes”, señala en entrevista.
Harfuch y Godoy eran personalidades públicas con un grado de popularidad importante, fue una estrategia para ganar los mayores votos para la elección presidencial y afianzar el Senado.