Por Excélsior
La Prensa
Pensilvania, estado de EU donde el candidato republicano Donald Trump sufrió ayer un intento de asesinato por parte de un tirador, tiene muy pocas restricciones para la adquisición de armas de fuego, así lo ha denunciado CeaseFirePA.
Si bien casi todas las compras (de armas) requieren una verificación de antecedentes, no existe ningún requisito que exija saber cómo usar un arma de fuego o demostrar que se cuenta con capacitación previa. Puede ingresar a una tienda de armas y comprar varias armas de fuego en cuestión de minutos”, afirmó la organización.
Asimismo, explicó que cada año, mil 600 habitantes de Pensilvania mueren a causa de la violencia con armas de fuego y otros 3 mil resultan heridos.
En tanto, “las armas de fuego son la principal causa de muerte de los residentes de Pensilvania menores de 19 años. La cifra aumenta si tenemos en cuenta que muchos sobreviven a las heridas y viven con el costo de la violencia armada continua”, explicó CeaseFirePA.
Pensilvania es un estado abierto, es decir, las personas con armas pueden portarlas en la vía pública a la vista de todos.
FÁCIL ACCESO A LAS ARMAS
En Pensilvania, donde Donald Trump fue víctima de un atentado, existen requisitos laxos para comprar armas.
No se requiere licencia para adquirirlas.
No se requiere capacitación antes o después de la compra.
La edad mínima para adquirir un arma larga es 18 años.
No hay límite en la cantidad de armas que se pueden obtener a la vez.
Prácticamente no existen regulaciones sobre la venta de municiones, según la CeaseFirePA.
Donald Trump agachándose al oír disparos.
EL ATAQUE EN UNA SOCIEDAD CON DIVISIONES
El expresidente Donald Trump advirtió en marzo que si pierde la elección habrá “un baño de sangre” en Estados Unidos.
Es un discurso que ha aumentado la polarización de la política estadunidense, de acuerdo con analistas.
Hay desde quienes piensan que el país está al borde de una nueva guerra civil hasta quienes opinan que no pasará nada, pero reconocen que aumenta la polarización, de acuerdo con la Fundación Carnegie para la Paz Mundial, que este año financia una serie de investigaciones sobre el tema.
El país tiene una continua tendencia hacia una mayor polarización” política, explica por su parte un análisis de la Universidad Vanderbilt.
Ese aumento en la polarización se refleja en “el compromiso ideológico del público, la polarización en el Congreso y la desaprobación presidencial; también meses de guerra entre Israel y Hamas, múltiples juicios contra el ex presidente Donald Trump” y el contexto preelectoral presidencial.
En la investigación, “los datos muestran que el número de estadunidenses que se identifican como extremadamente liberales o extremadamente conservadores ha aumentado”.
La universidad presenta avances cada trimestre, y en uno de los más recientes dice que 24% de los estadunidenses se autodefine como fuertemente liberal o fuertemente conservador.
Las universidades Rice y Stanford hicieron por su parte un nuevo estudio hace unas semanas y concluyeron que “la gente está más polarizada que nunca”.
El análisis concluye que “el aumento de los sentimientos negativos entre uno y otro partido es real”.
El tema llega ahora incluso a foros como Psicología Hoy, donde la doctora Gail Sahra dice que “ya sea que el tema sea el conflicto israelí-palestino, la pandemia, la violencia policial o el aborto, el nivel de conflicto entre bandos opuestos parece sin precedentes”.
La retórica enojada y divisiva en redes sociales se encuentra en todas partes”, de manera cotidiana, de acuerdo con la psicóloga.
El contexto de las campañas electorales ha hecho más visible la polarización que se vive en EU.