Las botellas reutilizables se han convertido en un accesorio indispensable para muchos. Sin embargo, lo que muchos no saben es que estas botellas pueden albergar una cantidad alarmante de bacterias, microbios y hongos si no se limpian adecuadamente.
Un estudio realizado por WaterFilterGuru, una empresa especializada en el control de la calidad del agua, encontró que una sola botella reutilizable puede contener hasta 20.8 millones de UFC (Unidades Formadoras de Colonias), ¡40 mil veces más que la cantidad promedio encontrada en un asiento de inodoro!
¿Cómo es posible que nuestras botellas se conviertan en un caldo de cultivo para estas bacterias? La respuesta es simple: nuestros propios hábitos. Muchos usuarios enjuagan sus botellas con agua corriente o solo las lavan de vez en cuando, lo que no es suficiente para eliminar los microorganismos que se acumulan en el interior.
¿Cómo prevenir la proliferación de bacterias en tu botella reutilizable?
Lavado diario: Lava tu botella con agua y jabón al menos una vez al día, preferiblemente con un cepillo para llegar a todos los rincones.
Secado completo: Asegúrate de que la botella se seque completamente antes de volver a usarla. La humedad favorece la proliferación de bacterias.
No la compartas: Cada persona debe tener su propia botella para evitar la transmisión de bacterias.
Evita otros líquidos: Las botellas reutilizables están diseñadas para agua. No las llenes con jugos, batidos o leche, ya que estos líquidos dejan residuos que pueden alimentar a las bacterias.
Elige un diseño simple: Busca botellas con diseños simples y sin rincones escondidos donde puedan acumularse las bacterias.
En la mayoría de los casos, las bacterias presentes en las botellas reutilizables no causan enfermedades graves. Sin embargo, pueden provocar molestias gastrointestinales leves como náuseas, vómitos y diarrea. En casos más severos, si la botella está colonizada por una bacteria peligrosa, podrían presentarse infecciones más graves.