Restos mortales de Alfredo Ordoñez llegaron a su última morada, en el camposanto de Nava, Coahuila
Karla Cortez / La Prensa
Los restos del minero José Alfredo Ordóñez Martínez, recuperados de la mina Pasta de Conchos, el mes pasado finalmente fueron sepultados en el panteón municipal San Andrés Apóstol el día domingo.
Sus restos fueron velados en la capilla La Piedad en el municipio de Nava. Sus familiares y amigos se reunieron para rendirle homenaje, en un velorio sencillo pero muy emotivo.
José Alfredo Ordóñez fue identificado después de 18 años de su desaparición, por especialistas de la Fiscalía General de la República en la ciudad de México y fue informado el pasado viernes a las familias y viudas de que se trataba de él.
El rescate de sus restos permitió a su esposa, María Luisa Martínez Sánchez, y a sus dos hijos, darle un último adiós después de 18 largos años de espera. Además, la mayoría de sus familiares reside en Nava, por lo que decidieron velarlo allí este sábado, pese a que es originario del Mineral de Palaú.
Por otra parte, la hermana de Alfredo, Alicia Ordoñez publicó el siguiente mensaje “Ya, hermano, acabaste tu turno de 18 años, ahora si podrás descansar en paz”.
Este mensaje reflejó el alivio y el cierre de un doloroso capítulo para la familia. “Ya mi madre estará tranquila, no volverá a revivir estos momentos”, escribió Alicia.
El 26 de julio, la Secretaría de Gobernación (Segob) informó sobre la identificación de los restos recuperados como parte del Plan de Justicia para Pasta de Conchos. Los análisis realizados por el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) confirmaron la identidad de José Alfredo mediante la confronta de ADN con las muestras proporcionadas por sus familiares.
Tras la confirmación, los restos fueron trasladados por tierra hacia San Juan de Sabinas, donde fueron entregados a su familia para darles sepultura.
La llegada de los restos se realizó al mediodía, con una avioneta que aterrizó en el Aeropuerto Venustiano Carranza en el municipio de Frontera. El traslado estuvo custodiado por la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional, ambulancias de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), una unidad de velación del Seguro Social, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y trabajadores del Gobierno de México.
El programa Justicia para Pasta de Conchos continúa con las labores de búsqueda para encontrar a los otros 12 mineros que quedaron atrapados en la mina en 2006.