Era acusado de transportar droga en paquete que tenía como destino Acuña; juez determinó que el chofer del Servicio Postal Mexicano no era responsable
Alexis Massieu
La Prensa
Ante las irregularidades que presentaba el caso de la SEDENA en contra de un repartidor del Servicio Postal Mexicano, acusado del delito de posesión simple de narcóticos, el día de ayer un juez penal le dictó a su favor un auto de no vinculación a proceso, al acreditarse entre otras cosas, que para abrir la correspondencia se requiere de una orden judicial, y los soldados no la tenían.
Fue el día de ayer, cuando se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal, la segunda parte de la audiencia inicial, relativa a la causa 672/2024, en contra de Ramón Eduardo “N”, en la que le tocó el turno a la defensa, de hacer alegatos y ofrecer pruebas sobre su inocencia.
Tras un intenso debate entre el Ministerio Público y el abogado del MEX POST, el juez llegó a la conclusión de que la balanza se inclinaba a favor del imputado, de tal forma, de que si bien, uno de los paquetes que llevaba en la caja de la camioneta de Correos Mexicanos, contenía mariguana, el chofer no lo sabía, y mucho menos estaba en posesión de ella.
Según se estableció, el paquete con la droga se recibió en una oficina de correos de Michoacán el pasado 17 de julio, por parte de una persona de nombre Javier, que es quien se lo envió a otra identificada como Kevin, en el municipio de Acuña.
Fue el pasado 23 de julio, que el paquete llegó a las oficinas de Monclova, donde fue recogido por Ramón Eduardo “N”, quien debía llevarlo hasta su destino final en la ciudad fronteriza, trayecto que se vio interrumpido en el retén que montaron los elementos de la SEDENA sobre la carretera 57, a la altura del Ejido Primero de Mayo del municipio de Escobedo.
Los elementos castrenses le pidieron a Ramón Eduardo que abriera la caja de la camioneta para revisar qué era lo que llevaba, y durante ese tiempo, el compró unos refrescos y algunas frituras para comérselos junto con los soldados, escuchando en dado momento que uno de ellos dijo: “esta valija me parece sospechosa”.
Cuando abrieron la caja de cartón “sospechosa”, el chofer de correos tomó una fotografía que permaneció en su teléfono celular, y que sirvió de prueba para corroborar su declaración, de que a él no lo habían detenido los soldados en el ejido, al verlo en una actitud sospechosa, sino en el filtro, y prueba de ello es que la caja fue revisada sobre una mesa de plástico roja, como las que se usan en ese tipo de filtros, que por lógica no iban a llevarla a bordo de una patrulla.
Dado que se requería de una orden judicial, la prueba de los 482 gramos de mariguana encontrados en la caja de cartón, quedó anulada, lo cual si bien, no implica que transportar droga no sea delito–se aclaró—que simplemente ese delito no lo cometió el chofer Ramón Eduardo “N”, quien llevaba en la caja de la camioneta muchos paquetes de los que desconocía su contenido.
Tras dictar su resolución, el juez aclaró que el Ministerio Público podría seguir investigando ese hecho, incluyendo en el ámbito de su competencia estatal, al destinatario del paquete con mariguana en Ciudad Acuña, Kevin “N”, de quien tienen todas sus generales, incluyendo un número telefónico.