Se prolonga agonía de la acerera al no sentenciar aun la quiebra, pero por otra parte se generan más oportunidades de apostadores por la Siderúrgica
Alberto Rojas Carrizales / LA PRENSA
La agonía de Altos Hornos de México continuó prolongándose al no sentenciar aún su liquidación la jueza del Concurso Mercantil luego de la fallida fase conciliatoria entre empresa y acreedores, sin embargo, está creciendo la cantidad de inversores nacionales y extranjeros que se acercan a la empresa con fines informativos.
Como se ha dado a conocer en este medio, surgiría una nueva siderúrgica, pequeña en comparación con AHMSA, que produciría placa y lámina a partir de planchón importado, porque las minas de carbón y fierro están devastadas, ni siquiera hay coquizadora y una nueva requeriría inversión de 400 millones de dólares, la venta de los molinos sería por asignación directa.
Sería imposible operar la planta Peletizadora, Alto Horno, BOF y la Colada Continua donde esta última producía acero en bruto para el posterior proceso de laminación en caliente y placa, por lo que entonces el planchón sería importado. Algunas voces estiman que los molinos de placa y lámina serían rematados en 300 millones de dólares que no alcanzarían para pagar a todos.
Otros inversores que ya habían expresado interés en Altos Hornos de México, estimaron el valor de la empresa en 500 millones de dólares, pero demás tendrían que invertirle 1500 millones de dólares en mantenimiento preventivo, correctivo, y nuevos equipos, la acerera local llegó a ser tasada en 3 mil 500 millones de dólares cuando estaba en su mejor nivel.
En el último minuto del domingo anterior, venció el término de 90 días de prórroga que el 6 de mayo anterior fijó el entonces juez Saúl Martínez Lira para un acuerdo conciliatorio de pagos con los acreedores, pero al no haber nada, entonces la quiebra es automática, sin embargo, corresponde a la jueza Ruth Huerta García dictaminar al respecto.
Aunque la posibilidad es extremadamente remota, el abogado laborista Daniel González Méndez, manifestó que en caso que las subastas luzcan desiertas de postores, la ley establece que entonces los bienes pasan bajo control de los trabajadores, y que, si en la primera almoneda no participa nadie, entonces para la segunda habrá un descuento del 20 por ciento del precio base.