“Mi hija al principio me rechazó, fue un golpe muy duro… me mostré entera”, dijo Nallely
Salvador García
LA PRENSA
TORREÓN, COAHUILA.- La espera terminó. Después de cinco años y cuatro meses, Nallely Salazar se reencontró con su pequeña Sherlyn, quien había sido sustraída por su expareja. Dado que su hija tenía tres años cuando fue separada de su madre, su reacción fue de enojo y de reclamo por lo que no hubo abrazos ni palabras de amor, pero confía que el tiempo le dará la razón.
Nallely compartió que fue en marzo de 2019 que se dieron los hechos, y que desde entonces no dejó de luchar por recuperarla. Primero, lo hizo en solitario durante dos años y después, en compañía y apoyo de Ariadne Lamont y el resto de las integrantes de la colectiva Justicieras por Nuestras Infancias.
“Empezamos a trabajar en la colectiva desde que sustrajeron a mi hija, fue en el 2019, la colectiva se hizo dos años después, primero mi lucha fue sola hasta que conocí a Ariadne Lamont y empezamos a trabajar no solo en mi caso sino del de las más mujeres que sufren por este tipo de violencia”, compartió la madre de familia.
Y después de más de cinco años de espera, fue el 12 de agosto que se realizó la entrega de su hija, hoy de ocho años de edad.
Además de la entrega, se llevó a cabo la aprehensión de su exsuegro por la sustracción de su hija; su expareja sigue prófugo. Aunque su exsuegro ya se encuentra en libertad, se le colocó un brazalete ya que el caso sigue.
Debido a la reacción de la menor, la Procuraduría para los Niños, Niñas y la Familia (Pronnif) le presentó una serie de opciones por seguridad de la menor y de la propia madre.
“Mi hija al principio me rechazó, fue un golpe muy duro… me mostré entera”, dijo Nallely, quien compartió que uno de los reproches que le hizo su pequeña, fue que durante este tiempo tuvo que ocultar su rostro cuando se encontraba fuera del domicilio.
“Sabes que todo este tiempo tuve que ocultar mi rostro, sabes que todo este tiempo tuve que usar cubrebocas”. Incluso comentó que ahora que está a su lado, al llevarla al parque, se vio sorprendida, incluso estuvo más de 40 minutos en el columpio, ya que solo una vez la había llevado su papá. (Con información de El Siglo)