Por Milenio
La Prensa
Cerca de 12 mujeres trans lograron cumplir el sueño de tener una fiesta de XV años, eso que “en la adolescencia no se les permitió”
Luego de festejarse su misa en la iglesia La Inmaculada Concepción en la alcaldía Iztacalco, amigos, familiares y activistas de las poblaciones LGBT+ aplaudieron su sueño cumplido.
En entrevista para MILENIO, Katya Betancourt, una de las quinceañeras, detalló que esto fue una bendición para ella y su familia.
“Mi sueño quedó encapsulado cuando tenía quince años. No podía decirle a mis papás que quería usar vestido y una corona para restar algo que mis amigas lo hacían; y hoy este es un momento que me guardaré en el corazón”, dijo Katya.
Bailando al son de un vals, todas las quinceañeras celebraron juntas agarradas de las manos para festejar. Sus amigos y familiares fungieron como chambelanes.
“Ésta también una lucha de resistencia trans que hemos logrado durante años. Bailamos por nuestras hermanas muertas; cantamos por las que siguen sufriendo discriminación social y festejamos por las que aún no pueden “salir del closet” y decirlo abiertamente que ese no es su cuerpo”, explicó Ximena Dosantos, quinceañera.
Como es tradición, cada quinceañera se le fue otorgado su corona y un ramo de flores. Los vestidos fueron donados por familiares y amigo de cada una, a su medida y gusto de ellas.Pero en el caso de Marisol, su vestido fue diseñado y bordado por ella, ya que es cantante y diseñadora de ropa. Pues su vestido está inspirado en la música regional mexicano.
“Me tomó muchos días hacerlo, pero sé que me veo hermosa. Y no me hubiera imaginado que hoy puedo ser esa niña quinceañera que está bailando con un vestido ampón y hecho por mi”, señaló Marisol.