Por Milenio
La Prensa
Luego de la integración de los congresos locales, Morena y sus aliados lograron hacerse de las “llaves” estatales para ratificar las reformas constitucionales que apruebe el oficialismo en el Congreso de la Unión, lo cual le da a Claudia Sheinbaum un respaldo legislativo que no se veía hace 36 años, desde el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988).
Para aprobar cambios a la Carta Magna se requiere que, 17 cámaras locales de diputados voten a favor de las nuevas leyes, una condición que está puesta en la mesa: Morena, Partido Verde (PVEM) y del Trabajo (PT) tienen más de dos terceras partes de las curules en 18 entidades.
Las supermayoría no sólo están de vuelta en el Congreso de la Unión, en la que la llamada cuarta transformación (4T) cuenta con mayoría calificada, sino también en las legislaturas locales: el obradorismo tiene mayoría simple o calificada en 25 congresos estatales, mientras que la oposición aliancista se quedó con sólo cinco cámaras locales.
¿Cómo quedaron los congresos?
Respecto de los dos congresos restantes, Movimiento Ciudadano (MC) conservó mayoría simple en Jalisco, mientras que en Durango hay empate entre obradoristas y frentistas.
Tras la renovación de 31 de las 32 cámaras de diputados estatales, Morena y aliados acumularon 714 de las mil 123 curules de dichos órganos de representación, es decir, el 63.5% del total.
De acuerdo con un análisis efectuado por MILENIO, a partir de datos extraídos de los institutos electorales locales, la expansión obradorista en ese ámbito de representación fue de 12.5 puntos porcentuales, pues en las legislaturas previas tenía el 51 por ciento de los bancos.
De acuerdo con los resultados de las votaciones del domingo 2 de junio, las legislaturas en las que el obradorismo tiene mayoría calificada son las de:
Baja California.
Baja California Sur.
Chiapas.
Ciudad de México.
Estado de México.
Guerrero.
Michoacán.
Morelos.
Nayarit.
Oaxaca.
Puebla.
Quintana Roo.
San Luis Potosí.
Sinaloa.
Tabasco.
Tamaulipas.
Tlaxcala.
Veracruz.
El último en sumarse a este grupo de bastiones parlamentarios obradoristas fue el de la Ciudad de México, luego de que en su seno tres diputados frentistas saltaron a Morena: Nora Arias Contreras, que obtuvo la diputación por el PRD; Silvia Sánchez Barrios, que consiguió su curul por el PRI; y Luis Chávez García, que ganó su espacio en el Palacio de Donceles bajo las siglas del PAN.
Estas 18 legislaturas son suficientes para aprobar cualquier reforma constitucional.
El obradorismo también cuenta con mayorías simples en Campeche, Colima, Hidalgo, Querétaro, Sonora, Yucatán y Zacatecas.
La alianza PAN, PRI, PRD logró mayorías simples en Chihuahua, Guanajuato y Nuevo León, al tiempo que ya contaba con mayoría calificada en Aguascalientes y Coahuila.
PVEM creció el doble
Un dato sobresaliente es que el crecimiento específico de Morena, cabeza de las coaliciones locales, fue de 35 diputados –pasó de 423 a 461–, es decir, saltó de 38 a 41% de la representación: creció 2.7 por ciento.
En cambio, sus socios, el PT y el PVEM, registraron las expansiones más amplias. El primero tuvo un crecimiento de 39 diputados, al pasar de 56 a 95 bancos, esto es, de 5% de la representación pasó a 8.4% del total. En el ámbito de las legislaturas estatales, el PT tiene apenas 10 diputados menos que el PRI y es, desde luego, más grande que MC.
Pero el verde se reveló como la opción partidista con mayor efectividad electoral, ya que experimentó una expansión geométrica: pasó de 69 a 133 curules locales, es decir, prácticamente duplicó su número. Su rebanada en los curules locales creció del 6.1 al 11.8 por ciento. Es, de hecho, el socio más importante de Morena.
En el conjunto de los congresos locales, el PVEM es la tercera fuerza partidista, pero apenas un poco detrás del PAN, a sólo 2.5 puntos porcentuales de distancia. Y es más grande que el PRI y desde luego del PT, como quedó señalado.
Oposición, testimonial
Mientras tanto, en un fuerte contraste con el desempeño del bloque oficialista, la oposición frentista formada por PAN, PRI y PRD recibió una herida que se parece mucho a una mutilación, ya que pasó de 402 a sólo 290 bancos en los recintos parlamentarios de las entidades federativas.
Es decir, perdió más de un centenar de curules, 110 para mayor precisión, lo que implica una contracción del 10 por ciento de la representación con que contaba: tenía 36.1%, y en nuevo tablero se quedó con 25.7 por ciento.
Perdió además el control de seis de los 10 congresos que dominaba. Ahora cuenta con cinco mayorías y de ellas, dos calificadas, en Aguascalientes y Coahuila; en este último estado no hubo elección, de modo que la conformación proviene de la elección previa. Las mayorías simples las tiene en Chihuahua, Guanajuato y Nuevo León.
La crisis parece alcanzar tanto el todo como sus partes. El PAN contaba con dos centenares de diputados locales, pero ahora tendrá casi cuatro decenas menos: 161. La dimensión de su representación pasó del 17.9 al 14.3 por ciento. Visto con lupa, la cuota del PAN pasó a tener el tamaño de la que tenía el PRI.
El tricolor pasó de 165 curules locales a sólo 105, y de una tajada del 14.8 a sólo 9.3% de la representación.
Sorpresivamente, el PRD se resiste a morir en las legislaturas locales, pues conserva 24 diputados, el 2% de la representación. Su presencia era de 37 bancos, es decir, 3.3 por ciento. A tal dinámica de retroceso se suma la amenaza de que no continúe el frentismo opositor.
MC gana Jalisco
Movimiento Ciudadano tuvo una ganancia de 26 diputados, es decir casi el tamaño del PRD, pero aún lejos del PT. Los naranjas pasaron de 55 a 81 diputados, por lo que su cuota de representación creció 2.2 puntos porcentuales: pasó del 5 al 7.2 por ciento, pero en Jalisco conservó su única mayoría simple, si bien apenas prendida de alfileres.
La casualidad, por cierto, dio a MC en Durango un poder inesperado: la coalición obradorista ganó 12 diputados y los frentistas obtuvieron un número igual, 12. El único diputado local que lograron los naranjas será el fiel de la balanza.
Otro de los partidos que no sólo se ha mantenido, sino que, de hecho ha tenido un crecimiento marginal, es Nueva Alianza, que pasó de 17 a 20 diputados locales, con lo que alcanzó 1.7% de la representación en legislaturas locales.
Es preciso aclarar que, este último partido, así como los obradoristas Partido Encuentro Solidario (PES), Fuerza por México (FPM) y Redes Sociales Progresistas (RSP) cuentan solamente con registros estatales, aunque en el pasado los tuvieron a nivel federal; también es notable el número de diputados locales por partidos de presencia estrictamente local o regional: 15, o lo que es lo mismo, 1.33 por ciento.
