La otrora majestuosa escultura símbolo de la recuperación siderúrgica de Altos Hornos, hoy se desvanece junto a la acerera a la esperanza de miles de obreros
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Acechada por maleza que la forra aceleradamente con su espesura, el monumento al Ave Fénix luce menesterosa con escaso plumaje de acero en sus alas largas y anchas por rapiña, el ente mitológico simbolizó el resurgimiento de AHMSA después de su insolvencia financiera de 1999 y la caída del mercado en 2009 por la recesión económica mundial.
La obra de arte diseñada por la empresa y creada por el torreonense Demetrio Madero, fue para emblematizar que la siderúrgica se elevaría imponente con larga vida desde sus cenizas como en la mitología griega, pero ahora la efigie del águila parece desvanecerse de espaldas, su pico que semejaba que expulsaba un chillido de fuerza, parece ahora de dolor.
Fue instalada el 18 de julio de 2013 cuando la siderúrgica culminó el Proyecto Fénix planificado en 2005 con inversión de 2 mil 200 millones de dólares para superar fierros viejos con que funcionaba desde la administración paraestatal, casi desaparece de la competencia en 1999 cuando tuvo que declararse en suspensión de pagos frente a una deuda de 1900 millones de dólares.
La escultura fue realizada con 25 toneladas de acero, mide 25 metros de punta a punta de sus alas y además de sus 15 metros de altura está montada sobre una base de cinco metros, fue la señal en Altos Hornos de México de que después de las tempestades financieras de 1999 y 2009, resurgiría imponente, con larga vida, pero ahora luce tan famélica como la propia factoría-
El escultor Rogelio Madero murió en 2014 a la edad de 78 años de edad, dejó de legado su obra del Ave Fénix que simbolizó el Proyecto Fénix que incluyó el Alto Horno 6, Horno de Arco Eléctrico, una Cuarta Máquina de Colada Continua, Planta de Oxígeno, Molino Steckel, Línea de Normalizado, entre otras unidades, con inversión de 2 mil 200 millones de dólares.
En dirección a dos años de inactividad y a 20 meses desde que cerró indefinidamente, con deuda estimada en 5 mil 500 millones de dólares y con activos por alrededor de 300 millones de dólares Altos Hornos de México posiblemente reabra áreas de producción de placa y lámina, pero como tal está condenada a su extinción.