Por El Universal
La Prensa
Marko Cortés, presidente nacional del PAN, ha lanzado graves acusaciones contra el gobierno federal, señalando que las fiscalías locales están siendo utilizadas para presionar a senadores de su partido, del PRI y de Movimiento Ciudadano. Según Cortés, la estrategia del gobierno incluye la apertura de carpetas de investigación y tentativas de soborno para obtener los votos necesarios que Morena y sus aliados requieren para alcanzar la mayoría calificada en el Senado.
En una entrevista realizada durante el informe del gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, Cortés reveló que varios legisladores, incluidos dos senadores del PAN, han sido objeto de amenazas y ofertas de dinero para apoyar la Reforma Judicial. Aunque Cortés no reveló nombres específicos, mencionó que tanto el PAN como el PRI y Movimiento Ciudadano tienen senadores que están siendo presionados de diversas maneras. “El régimen morenista está de compras, usando tanto la Fiscalía como el presupuesto para sus fines”, afirmó el líder panista.
Cortés expresó su preocupación por el hecho de que las amenazas y presiones no solo afectan a los senadores, sino también a sus familias, lo que él considera una situación grave e inaceptable. Según Cortés, se están generando diversas carpetas de investigación y se están ofreciendo sobornos a los senadores, tanto a nivel estatal como federal. Este tipo de tácticas, según él, son un intento de manipular el proceso legislativo y violar la integridad del Poder Legislativo.
El líder del PAN aseguró que los 43 senadores de su partido, del PRI y de Movimiento Ciudadano han acordado asistir al pleno del Senado para analizar y votar en contra de la Reforma Judicial. Subrayó la importancia de la presencia de estos senadores, ya que cualquier ausencia podría permitir que el régimen morenista obtenga la mayoría calificada necesaria para aprobar la reforma. Cortés confía en que los senadores se mantendrán fieles a sus compromisos con los ciudadanos que los eligieron.
Cortés también expresó su esperanza de que el amparo que actualmente impide la discusión del dictamen sobre la Reforma Judicial en el Senado sea tomado en cuenta. De ser así, la propuesta del Ejecutivo podría ser debatida de manera más amplia, incluyendo la opinión de los trabajadores del Poder Judicial. Esta medida permitiría una revisión más completa y equitativa de la reforma propuesta.
Se espera que en las próximas horas el dictamen proveniente de la Cámara de Diputados sea analizado en las comisiones del Senado y presentado ante el pleno la semana próxima. Actualmente, el bloque de senadores de la “cuarta transformación”, que incluye a Morena, PT, PVEM y dos expriistas, cuenta con 85 curules, quedando a solo un voto de alcanzar la mayoría calificada necesaria para aprobar la reforma.
El PAN, con 22 senadores, el PRI con 15 y Movimiento Ciudadano con cinco, suman un total de 42 senadores, a los que se une Manlio Fabio Beltrones, un senador sin partido que aún es considerado priista. Juntos suman 43 senadores, la cifra que puede ser crucial para detener la reforma constitucional en el Senado y evitar que sea aprobada sin un debate exhaustivo y justo.