Este viñedo no solo representa una nueva apuesta vinícola en el Valle de Parras, es también un símbolo de resiliencia y unión familiar
Por Lucero Velázquez
LA PRENSA
PARRAS, COAHUILA. – El pasado fin de semana se llevó a cabo la clausura de la temporada de vendimias en el Valle de Parras, siendo Viñedos Sotelo el encargado de cerrar con un majestuoso espectáculo.
Durante el año 2024, Parras de la Fuente se ha consolidado como el epicentro de la celebración de la Vendimia en Coahuila, con un total de 10 eventos que han resaltado la rica tradición vinícola de esta encantadora localidad. Cada una de estas vendimias ha sido una muestra vibrante de la cultura, el esfuerzo y el espíritu comunitario que caracterizan a este Pueblo Mágico.
Tras el registro de los asistentes, se les otorgó una copa para la degustación del vino exclusivo Sotelo, una mezcla de cabernet sauvignon y shiraz, elaborado por la Universidad Tecnológica de Parras.
El evento inició con la presentación de la Reina de la Feria de la Uva y del Vino, María Fernanda I, acompañada por la princesa Nahomi Pachuca, por el Dios Baco, el Heraldo y las vendimiadoras, quienes recorrieron la explanada para dar la bienvenida a los asistentes. Frente al estrado, el matrimonio Tavares Dávila ofreció unas palabras de agradecimiento, destacando la importancia de compartir esta esperada vendimia 2024.
Tras la bienvenida, se llevó a cabo la bendición de la nueva cosecha, seguida del tradicional descenso de los matachines del cerro, portando antorchas. Las danzas alrededor de las fogatas y el emblemático pisado de la uva culminaron con un espectáculo de fuegos artificiales. La noche continuó con una cena, música, vino y baile.
El evento superó todas las expectativas, ya que inicialmente se esperaba la asistencia de 250 personas, pero la popularidad de la celebración atrajo a más de 350 asistentes, entre adultos, niños y personas mayores.
«Fue una gran sorpresa para nosotros ver tanta participación», comentó Felipe de Jesús Tavares Sotelo, anfitrión del evento.
En entrevista, Tavares Sotelo compartió que el objetivo principal de esta celebración es mantener vivas las tradiciones vinícolas de Parras, enseñando a las nuevas generaciones, especialmente a los niños, el significado de las vendimias y el proceso de cultivo de la uva, que ahora incluye nuevas tecnologías.
También resaltó que, a diferencia de otros viñedos, esta vendimia es un evento exclusivamente familiar, donde la cultura y la tradición son el centro.
El nacimiento de Viñedos Sotelo durante la pandemia
Felipe de Jesús Tavares Sotelo, en entrevista para La Prensa, expresó cómo la pandemia afectó su negocio, pero también permitió descubrir la solidaridad de la gente. Lo que empezó como una ilusión en su matrimonio, celebrado el 20 de mayo de 1978, se ha convertido en el sustento de muchas familias en Parras.
El 14 de septiembre pasado, Viñedos Sotelo celebró su segunda fiesta de la vendimia, un proyecto que nació a raíz del confinamiento. Felipe de Jesús, quien junto a su esposa Laura Dávila Garza se vio obligado a cerrar temporalmente el balneario familiar «La Ilusión», decidió junto a su equipo transformar ese desafío en una oportunidad.
«No sabíamos nada de viñedos, pero con la ayuda de enólogos y la voluntad de nuestro equipo, fuimos construyendo lo que hoy es Viñedos Sotelo», relató.
A pesar de las dificultades, incluyendo la falta de ingresos, Tavares Sotelo y su equipo continuaron trabajando en el viñedo, plantando las primeras vides en terrenos preparados con materiales reciclados. Con el tiempo, y tras superar los retos iniciales, lograron su primera cosecha, procesada por la Universidad Tecnológica de Parras.
Actualmente, Viñedos Sotelo cuenta con dos hectáreas de vid, con planes de expandir gradualmente hasta 10 hectáreas.
Felipe de Jesús expresó que el vino Sotelo no está a la venta, ya que prefieren disfrutarlo en familia, mientras esperan las futuras cosechas.
Laura Dávila, por su parte, enfatizó que la historia del viñedo es una prueba de la perseverancia y el esfuerzo, especialmente en tiempos difíciles como la pandemia, donde la prioridad fue siempre apoyar a sus trabajadores y sus familias.
Finalmente, Felipe de Jesús agradeció a todo su equipo, especialmente a Miguel Reséndez, encargado del área agrícola, por su dedicación. «Nuestro sueño, llamado ‘Ilusión’, ha dado vida a Viñedos Sotelo», concluyó emocionado.
Viñedos Sotelo no solo representa una nueva apuesta vinícola en el Valle de Parras, sino también un símbolo de resiliencia y unión familiar. Lo que comenzó como un proyecto impulsado por la adversidad de la pandemia, hoy se consolida como una tradición que rinde homenaje al pasado y mira hacia el futuro. Con la vista puesta en la expansión y el objetivo de mantener vivas las costumbres de la región, Felipe de Jesús Tavares Sotelo y su familia continúan labrando el camino para que las generaciones futuras disfruten del fruto de su esfuerzo y dedicación.