Este hallazgo se suma a un creciente conjunto de evidencias que sugieren que esta criatura mítica era más que una simple leyenda.
Las criaturas míticas son fascinantes y llenas de magia y misterio que han sido parte de muchas culturas. En Occidente, a menudo son representados como criaturas feroces que custodian tesoros, mientras que, en la mitología asiática, pueden ser símbolos de poder y buena fortuna.
Las criaturas míticas no solo son entretenidas, sino que también reflejan los valores, miedos y aspiraciones de las culturas que las crean.
Recientemente, este tipo de creencias se convirtieron en una noticia que está llamando la atención de los arqueólogos en el mundo, luego de que uno de ellos hizo un asombroso descubrimiento, una pintura rupestre de hace 200 años que representa a una antigua serpiente con cuernos deslizándose por la tierra.
Este hallazgo se suma a un creciente conjunto de evidencias que sugieren que esta criatura mítica era más que una simple leyenda, y que, de acuerdo con los expertos, podría haber sido parte de la realidad de los antepasados de esa región del mundo.
El responsable de esta emocionante revelación es Julien Benoit, un investigador principal de la Universidad de Witwatersrand, quien encontró la pintura en La Belle France, un impresionante sitio de arte rupestre en el norte de Sudáfrica.
Un análisis realizado por científicos reveló que la pintura fue elaborada entre 1821 y 1835 por un grupo indígena llamado San, quienes tenían una leyenda sobre esta criatura que era un «animal de lluvia» del «reino espiritual», lo que significa que probablemente estaba involucrado en ceremonias para provocar lluvia.
Pero los científicos, incluido Benoit, creen que es posible que este mito se basara en fósiles de dicinodontes reales, un herbívoro extinto terrestre que normalmente tenía un par de colmillos, de ahí su nombre, que significa «dos dientes de perro». Estos animales vagaron por la Tierra desde el Pérmico medio hasta el final del período Triásico.
Sin embargo, esta pintura por sí sola no es suficiente para confirmar oficialmente que esta legendaria serpiente cornuda realmente existió, o que los fósiles no identificados encontrados en La Belle France son sus restos.
Por lo que serán necesarias más investigaciones adicionales para determinar si este antiguo monstruo era real o ficción.
Sin duda, este descubrimiento abre las puertas a un mundo donde la mitología y la historia se entrelazan de maneras fascinantes.