Conflictivo cieneguense deberá responder por las lesiones y daños ocasionados al propietario de un restaurante bar en el Pueblo Mágico
Alexis Massieu
La Prensa
Por destrozarle la boca con una botella de Buchanan’s a un empresario restaurantero del municipio de Cuatro Ciénegas, un lugareño conocido como “Sami”, fue llevado ante un juez penal para iniciar con el proceso legal en su contra, donde los daños causados sólo por la pérdida de varias piezas dentales superan los 94 mil pesos en gastos médicos.
Fue en la sala uno del Centro de Justicia Penal, donde se llevó a cabo la audiencia inicial en contra de Samuel Santiago “N” alias “Sam”, acusado de cometer el delito de lesiones en perjuicio de Víctor “N”, dentro de la causa 619/2024.
Según la acusación hecha por el Ministerio Público, los hechos ocurrieron la madrugada del 8 de octubre del 2023, en un restaurante bar localizado sobre la calle Iturbide en la Zona Centro, cuando a poco de cerrar el establecimiento, llegó Samuel Santiago “N”, en compañía de un hombre que presuntamente trabaja para él, conocido como “La Borrega”.
Tiempo atrás durante la celebración de las ferias del pueblo mágico, el propietario del bar, ya había tenido problemas con “El Sam” y “La Borrega”, quienes estaban molestando a sus hijas menores de edad, y por la fama del segundo de los visitantes, les indicó que no les iba a permitir la entrada. La Borrega no es bienvenido, yo me hago cargo, respondió Samuel Santiago, para garantizarle que no darían problemas.
Iban a ser las 02:00 horas, cuando el afectado estaba recogiendo ya el lugar, que alcanzó a escuchar que “El Sam” y “La Borrega” hablan de él con palabras altisonantes: éste… se puso muy… decía uno de ellos, y repentinamente Samuel Santiago “N”, lo golpeó con una botella de Buchanan’s en la boca, derribándole varias piezas dentales.
Presuntamente, tras el primer golpe, “El Sami”, derribó al afectado, para ya estando en el suelo, tirarle una patada dirigida a la cabeza que no le alcanzó a dar por que los encargados de seguridad lo sujetaron, pero tal era el empeño de Samuel Santiago “N”, que por un momento logró zafarse y alcanzó a derribar tres cajas de cerveza que se encontraban sobre la barra.
Fue cuando supieron que ya le habían hablado a la policía, que los agresores decidieron retirarse del lugar para evitar que los detuvieran por las lesiones y los daños que dejaron en el establecimiento.
Cuando el juez le dio la oportunidad al acusado de declarar, este le dijo que iba a guardar silencio según se lo aconsejó su abogado, y en vez de pedir tiempo para preparar su defensa, pidió que le resolvieran su situación legal en ese momento.
Como el juez consideró que el Ministerio Público había presentado pruebas suficientes en contra de Samuel Santiago “N”, para acreditar que es él el probable agresor, le dictó un auto de vinculación a proceso, y le concedió tanto al abogado de la Fiscalía, como a la defensa, un plazo de 2 meses para que lleven a cabo una investigación complementaria en busca de más pruebas a favor o en contra.
Para protección de la víctima y los testigos, el juzgador le impuso al acusado, la obligación de no acercarse a ellos a menos de 100 metros, lo mismo que a sus domicilios, y al bar donde ocurrieron los hechos, además de ir a firmar una vez al mes ante la Unidad de Medidas Cautelares.