Con 62 años de labor en la educación, el Director de la escuela El Socorro sale de esta carrera que ama, a los 83 años de edad
Oscar Ballesteros
La Prensa
Tras 62 años de servicio como docente y en distintos cargos administrativos de las escuelas de Manuel de Jesús Sandoval, personal y alumnos de la primaria “El Socorro” organizaron un emotivo evento de despedida para él, quien a sus 83 años y por necesidades físicas finalmente se jubilará en contra de sus deseos, puesto que él quería desempeñarse como maestro hasta su último día de existencia.
“Estas son cosas que a veces son superfluas, pero cuando son dadas con el corazón se toman muy en cuenta, yo quise quedarme hasta el último día de mi existencia como docente, lo que no se me permitió por «el de arriba», ya que mi físico se fue deteriorando mucho, tengo que retirarme por fuerza” manifestó durante la ceremonia en su honor, el hasta ese momento director de la primaria.
Su recorrido como docente empezó desde los 21 años -pues recordó- antes se podía ingresar a una Escuela Normal únicamente con cursar previamente la secundaria, lo cual le permitió empezar como profesional a una corta edad, iniciando con escuelas rurales en Durango, para posteriormente incorporarse a Coahuila, en donde pasaría la mayor parte de su trayectoria.
Por mencionar algunas de las instituciones, ya en Monclova, donde se desempeñó fueron la Secundaria Técnica No. 35, la primaria “Madero”, el Instituto Central Coahuila (ICC), cursos del IMSS, escuela “Rotario” y “El Socorro” donde alcanzó el puesto de director, pero junto a esos planteles, debieron ser al menos 10, agregó Manuel Sandoval.
Entre abrazos de sus ahora compañeros jubilados, reconocimientos por la parte sindical y diversas muestras de cariño de todos los grupos de estudiantes es que él pasó su último día como docente, haciéndolo oficial con su última firma como trabajador, así mismo como la última instrucción para hacer sonar el timbre de esta institución.
En el ambiente festivo -rememoró que- el objetivo y la satisfacción como docente siempre será ver cómo sus estudiantes logran desarrollarse como gente de bien, aunque eso no siempre es posible, pero sí citó casos puntuales de monclovenses exitosos quienes pasaron por sus aulas en las diversas escuelas donde impartió sus clases.
“Algunos llevan recuerdos de que «ay, me regañó, me gritó,» nada más a los que se merecían en ese momento, porque la existencia de los docentes es mejorar la existencia de los alumnos (…) un ejemplo fue Armando Castro, fue mi alumno en la escuela “Madero”, Cinthya Rodríguez pasó por aquí (Escuela “El Socorro”), una de las ganadoras de la Televisora Azteca, fue muy destacada aquí” finalizó.