Al parecer, tener inflamación abdominal es un estado de salud que está de moda. ¿Cuántos de tus conocidos, ante una taza de café con leche o unas enchiladas, suelen decir: «no, porque me inflamo», «luego no aguanto el dolor», «¡ve esta panza, parezco embarazada!»? Aunque se habla del estrés y la mala alimentación como causantes de dicho malestar, es posible que el origen se ubique en las enfermedades intestinales inflamatorias. ¿Qué es?
¿Qué son las enfermedades intestinales inflamatorias?
Enfermedad intestinal inflamatoria o enfermedades intestinales inflamatorias, ambos términos describen un grupo de trastornos que implican la inflamación de los tejidos que componen el tracto digestivo de forma prolongada (en otras palabras, de manera crónica), describe el Instituto Médico Mayo Clinic.
“Es importante reconocer sus síntomas; por ejemplo, sangrado rectal, diarrea, dolor abdominal, gases… La situación es que un colon irritado o una gastritis no matan a una persona, pero un paciente con enfermedad inflamatoria como colitis ulcerosa sí puede tener daños severos en su salud, sin un diagnóstico adecuado”, describe en entrevista para Salud 180, Dr. Manuel Alejandro Martínez Vázquez especialista en Medicina Interna Gastroenterología y Endoscopia Digestiva.
Los tipos de enfermedades intestinales inflamatorias son dos:
- Colitis ulcerosa: Esta inflamación causa llagas en el recubrimiento del intestino grueso y el recto.
- Enfermedad de Crohn: Se caracteriza por una inflamación en el tracto digestivo, generalmente en las capas más profundas.
Complicaciones de la enfermedad inflamatoria intestinal
Lamentablemente, en la mayoría de los casos el diagnóstico llega después de cuatro a cinco años de iniciados los síntomas.
“Este tiempo sin duda impacta en la evolución de la enfermedad, dejando secuelas como inflamación de articulaciones y órganos o cirugías que llevan a la persona a una incapacidad”, revela Manuel.
Aunque no son todas las posibles secuelas, también se pueden presentar cáncer de colon, inflamación en piel y ojos, osteoporosis e hipertensión arterial, coágulos sanguíneos y deshidratación grave.
¿Cuándo un dolor abdominal deja de ser colitis para convertirse en enfermedad inflamatoria intestinal?
“Es muy importante que se platique con el médico objetivamente. La razón es que el dolor es subjetivo, resulta diferente en cada persona. No obstante, hay elementos que pueden advertir: dolor crónico (todos los días se experimenta), dolor incapacitante, dolor que te causa miedo a comer”, señala el experto.
Al dolor se suma la diarrea y la presencia de sangre en las heces, estos son indicios de que se debe acudir a un doctor quien tiene que realizar una revisión.
¿Enfermedades intestinales inflamatorias y su relación con la comida?
En la enfermedad intestinal inflamatoria no se puede diagnosticar con un “me cae mal”. En realidad, se necesita demostrar y es ahí donde las pruebas tienen un papel importante (pruebas de sangre, tomografía, ultrasonido…).
Una vez que se tenga el tratamiento adecuado, se tiene que combinar con una dieta balanceada pero idónea para controlar el padecimiento.