Aunque la ciencia tradicional considera las emociones como positivas o negativas, estudios recientes muestran que es posible sentir ambas simultáneamente.
Con el inicio de un nuevo ciclo académico, miles de padres en Estados Unidos han vivido una experiencia común pero profundamente emotiva: llevar a sus hijos a la universidad por primera vez. Esta transición puede desencadenar una amplia gama de sentimientos, desde la tristeza y la incertidumbre por el cambio en la dinámica familiar, hasta el orgullo y la satisfacción de ver a los hijos iniciar su camino hacia la independencia. Para muchos, este adiós puede ser descrito como “agridulce”, reflejando emociones encontradas.
En situaciones tan complejas, surge la pregunta: ¿cómo se podría calificar esta experiencia en una escala del 1 al 9, donde 1 representa emociones negativas y 9 positivas? Aunque la pregunta puede parecer inadecuada para un momento tan emotivo, este tipo de escalas son frecuentemente utilizadas por los investigadores de psicología para medir los sentimientos en estudios científicos, clasificando las emociones como positivas o negativas, pero rara vez ambas al mismo tiempo.
Sin embargo, la realidad emocional humana es mucho más compleja. Algunos neurocientíficos se han preguntado si es posible sentir emociones opuestas simultáneamente, o si lo que realmente sucede es que las personas alternan rápidamente entre una emoción y otra.
La ciencia detrás de las emociones
Los científicos definen las emociones como estados del cerebro y el cuerpo que nos motivan a actuar, ya sea acercándonos a algo o alejándonos. Por ejemplo, el miedo ante la presencia de un peligro, como un oso, acelera el ritmo cardíaco, lo que ayuda a la persona a huir rápidamente. Esta emoción negativa es claramente definida y actúa en favor de la supervivencia.
En el lado opuesto, sentimientos como el amor nos motivan a fortalecer vínculos sociales, lo cual es crucial para nuestro bienestar. A lo largo del tiempo, los investigadores han estudiado estas emociones bajo un enfoque de “acercamiento-evasión”, que explica cómo las emociones evolucionaron para guiar nuestra toma de decisiones. Sin embargo, este enfoque deja una pregunta sin resolver: ¿qué ocurre con las emociones mixtas, aquellas que no encajan fácilmente en estas categorías?
Las emociones encontradas, como el orgullo y la tristeza que muchos padres experimentan al dejar a sus hijos en la universidad, desafían esta visión tradicional. Según el enfoque biológico, las emociones opuestas deberían inhibirse mutuamente, lo que sugiere que no es posible sentir ambas al mismo tiempo.
Nuevos estudios sobre emociones encontradas
A pesar de los modelos anteriores, los estudios recientes han comenzado a demostrar que las emociones encontradas son reales y pueden sentirse simultáneamente. Investigaciones con tecnologías avanzadas, como la imagen por resonancia magnética funcional (IRMF), han mostrado que los patrones de actividad cerebral en situaciones de emociones mixtas, como el desagrado y el humor, no se corresponden con una simple alternancia de estados emocionales.
Aunque algunas investigaciones muestran que las respuestas cerebrales a las emociones mixtas reflejan solo una de las emociones, otros estudios sugieren que ciertas regiones del cerebro, como el córtex del cíngulo anterior y la corteza prefrontal ventromedial, son clave para procesar emociones más complejas. Estas áreas se activan durante situaciones de conflicto emocional, lo que podría explicar por qué algunas personas pueden sentir emociones opuestas simultáneamente.
Desarrollo emocional en el cerebro
El entendimiento de las emociones encontradas está también relacionado con el desarrollo del cerebro humano. Estudios muestran que los niños no comienzan a reportar este tipo de sentimientos hasta etapas posteriores de su crecimiento, lo cual coincide con el desarrollo de las regiones cerebrales responsables del autocontrol y el pensamiento complejo.
Este descubrimiento es crucial para comprender cómo las emociones complejas evolucionan y cómo pueden influir en situaciones importantes de la vida. A medida que las personas maduran emocionalmente, sus cerebros desarrollan la capacidad de integrar emociones opuestas y convertir esos sentimientos en herramientas útiles para manejar cambios importantes.
Implicaciones futuras
Los estudios sobre emociones encontradas no solo ofrecen una nueva perspectiva sobre cómo funcionan las emociones en el cerebro, sino que también abren la puerta a nuevas investigaciones sobre cómo podemos manejar estas emociones de manera más saludable. En algunos casos, la mezcla de sentimientos puede ayudar a las personas a superar grandes transiciones, convirtiéndolas en recuerdos positivos.
Entender mejor las emociones encontradas podría tener implicaciones significativas para el bienestar emocional de las personas, ayudándolas a enfrentar situaciones desafiantes de manera más equilibrada y resiliente.
POR: EL IMPARCIAL