El 26 de julio de 1920 entraron las desfallecidas tropas villistas a este poblado, para firmar la carta de rendición, luego de cabalgar 450 kilómetros. No cumplió el trato y fue asesinado 3 años después
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Pancho Villa entró a todo galope con sus desfallecidas tropas a Sabinas el 26 de julio de 1920 para firmar su carta de rendición y deponer las armas después de cabalgar 450 kilómetros de caminos y brechas, el encuentro fue dos días después con el General Eugenio Martínez representante del Presidente Adolfo de la Huerta, pero tres años más tarde lo han de matar por incumplir.
El historiador Ramiro Flores Morales presentó este sábado su libro –Rendición de Pancho Villa en Sabinas, Coahuila- un interesante viaje con personajes temerarios de las tropas del Centauro del Norte en etapa moribunda de la Revolución Mexicana, caudillos agotados, andrajosos, mal alimentados, pero eso sí, todavía echando bala y armados hasta los dientes con su máuser.
En la presentación de la obra en la Biblioteca Pape, el autor explicó que en aquella época alguien de Sabinas escribió los momentos más importantes de la localidad que la colocó en la historia nacional porque ahí se puso punto final a la Revolución Mexicana que el 20 de noviembre de 1910 había iniciado Francisco I. Madero.
“Sabinas fue la sede en que el último revolucionario, es decir, Pancho Villa pacta con el Gobierno Federal para deponer sus armas y terminar la revolución, escribo en el libro lo que se vivió en cuatro días en la estancia del General Francisco Villa y anécdotas recopiladas en esa reunión
explicó el connotado historiador sabinense.
Pancho Villa, agregó, “llegó a Sabinas el 26 de julio de 1920 y el día 28 firma el pacto de rendición con el General Eugenio Martínez que fue representante del Gobierno Federal, contrajo compromiso de retirarse a la vida civil y a cambio estaría recibiendo una hacienda en Tlahualilo, Durango”.
Sin embargo, añade el maestro Ramiro Flores, “es asesinado tres años después en 1923 porque no hizo caso al pacto donde se comprometió a retirarse a la vida civil y que ya no se levantaría en armas, ni estaría en contra del Gobierno Federal a cargo de Adolfo de la Huerta, pero además al también general sonorense Álvaro Obregón no le caía nada bien”.
-¿Por qué Sabinas?-, se le pregunta al historiador, – porque era el principal centro de acopio de carbón mineral por esa época era el energético que movía las locomotoras, fundiciones, toda máquina de vapor-
-¿Quién ordenó la ejecución de Pancho Villa?-, entonces el autor del libro responde inmediatamente que Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, y que el caudillo temía viajar en tren porque precisamente por el alto riesgo de sufrir algún atentado por parte de las tropas federales que lo perseguían.
Al regreso desde Sabinas, Pancho Villa llegó a la Estación Monclova de ferrocarriles hoy Ciudad Frontera, pasó por San Buenaventura continuando con esa ruta hasta llegar a San Pedro de las Colonias, pero sería en Tlahualilo, Durango donde entregaría su arsenal, ya que en Sabinas únicamente firmó el pacto de rendición.
Flores Morales, a pregunta expresa, señala que la Revolución Mexicana terminó el 28 de julio de 1920 precisamente con la firma del pacto de rendición de Francisco Villa, aunque luego surgirían otros episodios como el asesinato de Venustiano Carranza.