Por Milenio
La Prensa
Este viernes 18 de octubre se llevó a cabo la primera audiencia de preparación de Ismael El Mayo Zambada, a casi tres meses de que fuera detenido en El Paso Texas, junto con Joaquín Guzmán López—uno de los hijos de El Chapo—, quien lo secuestró en tierras aztecas para entregarlo a las autoridades estadunidenses el jueves 25 de julio.
El juez Brian Cogan estableció la próxima audiencia para el caso el 15 de enero de 2025, tras asegurar que este será “definitivamente un proceso largo”.
Para entonces podría definirse si habrá alguna determinación sobre el potencial conflicto de interés que la fiscalía ha denunciado porque el abogado de Zambada, Frank Pérez, también es abogado de Vicente Zambada Niebla, hijo del acusado y actual colaborador de Washington.
De hecho el juez Cogan reprochó a la fiscalía que fuera hasta hace dos días que presentara dicha queja. “¿Por qué esperaron tanto?”, cuestionó.
La fiscalía estadunidense confirmó que Zambada García se encuentra bajo medidas más restrictivas durante su detención en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, conocidas como Medidas Administrativas Especiales (SAM), las cuales también se impusieron a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
El juez Brian Cogan designó el caso como complejo, debido a la gravedad de las acusaciones y la peligrosidad del acusado.
El caso, que ha sido detallado como similar al de El Chapo Guzmán, tiene la diferencia de que incluye acusaciones por tráfico de fentanilo y ofensas criminales desde los años ochenta hasta 2024, cuando fue arrestado.
Fiscalía de EU podría solicitar pena de muerte; acusación por tráfico de fentanilo impulsaría petición
No hay nada que impida que la fiscalía estadunidense solicite la pena de muerte para Ismael Zambada García, El Mayo, ex líder del Cártel de Sinaloa, según se detalló durante su primer audiencia en la corte federal de Brooklyn, Nueva York.
Entre las acusaciones que enfrenta el capo se encuentran el tráfico de fentanilo, siendo esta la que podría impulsar la petición para la pena de muerte.
«¿Hay algún impedimento por extradición para que se solicite la pena de muerte?», preguntó el juez. «No», respondió la fiscalía. Y es que Zambada no fue entregado por el gobierno mexicano, sino secuestrado y entregado a manos de agentes federales por parte de Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo.
Durante la primera audiencia, Zambada García escuchó los cargos recargado en una silla y vestido de color caqui, el tradicional uniforme de las personas bajo proceso en su contra.
No demostró emoción alguna y, con voz tranquila, respondió “no culpable” cuando se le preguntó cómo se declaraba de los 17 cargos que pesan en su contra.
Los fiscales de Estados Unidos solicitaron al juez James Cho decretar la prisión preventiva en contra de Zambada mientras se desarrolla el proceso debido a su alto perfil criminal.