Por Expansión
La Prensa
La escalada de violencia entre Israel y el grupo libanés Hezbolá alcanzó nuevos niveles este martes, cuando al menos tres bombardeos israelíes sacudieron los suburbios del sur de Beirut, un conocido bastión del movimiento chií.
La agencia oficial de noticias libanesa, ANI, informó que los ataques se centraron en el distrito de Laylake, cerca de un estadio, e imágenes de la AFP mostraban columnas de humo elevándose desde esa zona, bombardeada regularmente por Israel desde que intensificó su ofensiva el mes pasado.
El ejército israelí confirmó que hace tres semanas mató a dos importantes figuras de Hezbolá: Hashem Safieddine, presidente del Consejo Ejecutivo del grupo y sucesor probable del histórico líder Hasan Nasralá, y Ali Husein Hazima, jefe de la Dirección de Inteligencia del movimiento.
Safieddine fue abatido durante un ataque al sur de Beirut, apenas días después del asesinato de Nasralá.
Estos bombardeos forman parte de la ofensiva militar que Israel ha intensificado desde el mes pasado, y que se suma a una serie de enfrentamientos casi diarios entre las fuerzas israelíes y Hezbolá desde el inicio del conflicto en Gaza. La operación del martes sigue la evacuación ordenada por Israel de algunos barrios de la zona.
En un intento por frenar la escalada, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, instó este martes al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a aprovechar la eliminación de líderes clave tanto de Hamás como de Hezbolá para buscar un alto al fuego en Gaza y una «solución diplomática» en Líbano.
Blinken, en su undécima visita al Medio Oriente desde el inicio de la guerra en Gaza hace un año, también pidió que se incremente la asistencia humanitaria a los civiles afectados por los enfrentamientos en el norte del territorio palestino.
La reunión con Netanyahu en Jerusalén abordó la necesidad de liberar a los rehenes capturados por Hamás y acabar con el conflicto en Gaza, según declaraciones del Departamento de Estado estadounidense.
Sin embargo, los esfuerzos previos por alcanzar un cese al fuego y evitar una escalada regional han fracasado hasta el momento. Blinken reafirmó la necesidad de cumplir con la resolución 1701 de la ONU, que establece que solo el ejército libanés y las fuerzas de paz de la ONU (FINUL) pueden operar en las zonas fronterizas entre Líbano e Israel.