La actriz decide seguir con la tradición porque era una de las fechas más preciadas de su hijo
Maribel Guardia presume con sus fans el altar por el Día de Muertos que está colocando, junto a su nieto, el pequeño José Julián, para rendir homenaje a Julián, su hijo, a quien recuerdan con algunas de las prendas que más le gustaba usar.
Pese a que Maribel no tenía la costumbre de celebrar el 2 de noviembre, debido a que en su natal Costa Rica no se celebra esta fecha, es en honor a su hijo que comenzó a atender esta fecha, pues cada Día de Muertos, Julián colocaba un altar muy especial para recordar a su padre, Joan Sebastian.
Ahora que Julián no está, la actriz ha adoptado la tradición y, así como su hijo hizo un día, dedica especial y únicamente su altar al joven que perdiera la vida, lamentablemente, a sus 27 años.
Y aunque el dolor sigue encarnizado en el corazón de Maribel, con mucha ilusión, grabó un video para sus seguidores, en donde se le puede ve colocando los elementos que formarán parte de su altar de este año.
Rodeada de calaveras de azúcar, catrinas para decorar, flores de cempasúchil, papel picado y un altar como el que colocan en las fachadas de la iglesia, la actriz dijo que estaba lista para comenzar a celebrar las festividades que llegan con noviembre.
«Estoy empezando a armar el altar de (Día) de Muertos, esta tradición tan mexicana, tan bella, que rinde honor a la vida de las personas que amamos, que se nos adelantaron en el camino», expresó.
Fue entonces que su nieto, de seis años, que apareció en escena, pues se encontraba asistiendo a su abuelita a decorar el altar.
Juguetón, José Julián enseñó a la cámara una de las pertenencias más características de su padre, el sombrero que usaba todo el tiempo, que se colocó en la cabeza, gesto que provocó la sonrisa de Maribel, pues su rostro quedó oculto debajo del sombrero negro que aún es muy grande para él.
También presumieron el par de botas que el cantante usaba, confesando que calzaba una talla muy grande; nuevamente, el pequeño José Julián se las probó.
«El sombrero era el favorito de Julián y allá tenemos unas bototas de papá, que tenía unas patotas grandotas, papá era bien patón, era del 11 y medio», relató.
Finalmente, mostraron un saco color vino, el que Julián vestía cuando se presentaba en vivo y el único que la actriz conservó, tras su deceso, como confió hace unas semanas a la prensa, destacando que un paso a la resignación fue regalar las pertenencias de su hijo y conservar únicamente las prendas con mayor valor sentimental.
POR: EL UNIVERSAL
