Por: Luis Alonso Armendáriz Otzuka
En las construcciones arquitectónicas, se han empleado a lo largo de todo el desarrollo histórico de la humanidad, materiales pétreos, generalmente los que están disponibles en las cercanías a las localidades donde se realizan las edificaciones. Con la finalidad de contextualizar tales materiales en el marco de la Geología, repasaremos algunos conceptos ya señalados en ediciones anteriores en esta sección de Arqueosaurios.
Definición: Materiales pétreos son piedras naturales que se obtienen de rocas y se utilizan en las construcciones sin sufrir muchos cambios. En la naturaleza se consideran tres tipos de rocas que son: ígneas, metamórficas y sedimentarias.
En esta ocasión el tema es el tezontle que es una roca ígnea extrusiva. Las rocas ígneas extrusivas son rocas volcánicas que se forman al momento cuando el magma se enfría y solidifica en la superficie de la Tierra, después de una erupción volcánica.
El tezontle se produce a partir de piedra pómez, arena, y magma. Está constituido por silicatos de aluminio, tiene componentes a partir del óxido de hierro, de ahí su color rojizo, aunque puede ser de color negruzco o grisáceo. Es una piedra ligera, de textura porosa, a la vez dura, y relativamente fácil de trabajar. Debido a la abundancia de tezontle en la cordillera neo-volcánica de la región central de nuestro país, este material ha sido utilizado en edificaciones desde la época prehispánica como lo fue en Teotihuacán, Tenochtitlan y Tlatelolco, entre otros asentamientos.
En Teotihuacán, el tezontle se usó tanto en pisos como en muros, al igual que como material de relleno, en la mampostería y en la preparación del hormigón. En los edificios de Tenochtitlan y Tlatelolco, el tezontle fue el material predominante. El tezontle por ser un material liviano, resultaba fácil de transportar y además era el más adecuado para construir sobre un suelo lacustre.
Después de la caída del imperio Azteca, los españoles iniciaron la construcción de una nueva ciudad sobre las ruinas de Tenochtitlan; para ello desmantelaron las edificaciones de la gran urbe. Las construcciones españolas iniciales se mostraban toscas por emplear tezontle de basamento.
A partir del siglo XVII al imperar la arquitectura barroca, se empezó a emplear tezontle pulido para recubrimiento de fachadas. Algunos ejemplos de edificios de la ciudad de México que contiene tezontle en su estructura:
Mayorazgo de Guerrero, ubicado en Moneda 16, Centro Histórico de la Ciudad de México, Centro.
Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
Palacio Nacional: la fachada está cubierta con tezontle y cantera.
Entre los usos actuales del tezontle en la construcción están:
- aligerar la composición de morteros.
- establecer la pendiente de las azoteas con un material ligero.
- material de relleno en la nivelación de terrenos.
Fuera del ámbito de la construcción, el tezontle se emplea en jardinería para:
– embellecer áreas y en el trazo de senderos.
– mejorar la textura de suelos
– incrementar la capacidad de retención de humedad de los sustratos.
Para vincular el tezontle con nuestro estado de Coahuila, tenemos que los campos volcánicos de Ocampo, y el de Las Coloradas tienen mantos de tezontle.
Para las personas interesadas en el tema, las referencias de consulta proporcionan información adicional relevante.
Referencias de consulta:
Tezontle: la piedra volcánica que decora los palacios coloniales, mxc.com.mx, https://mxc.com.mx>2022/02/28
Rodríguez Morales, L. (2011). La práctica constructiva en la ciudad de México. El caso del tezontle, siglos XVIII-XIX. Boletín de Monumentos Históricos, https://revistas.inah.gob.mx/index.php/boletinmonumentos/article/view/2168
Por: Luis Alonso Armendáriz Otzuka, con apoyo de socios Arqueosaurios A.C. (1997) ~ Arnoldo Bermea Balderas, Juan Latapi O., José Mariano Orozco Tenorio, Francisco Rocha Garza, Luis Alfonso Valdés Blackaller, Oscar Valdés Martin del Campo, Willem Veltman, y Ramón Williamson Bosque.
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