Ramos Arizpe, Coah. – Existe preocupación entre la iniciativa privada ante las repercusiones que traerá la caída del intercambio comercial con China, derivado de la emergencia por el coronavirus.
Miguel Villicaña Gutiérrez, empresario de Ramos Arizpe, destacó que muchas de las importaciones y exportaciones con el país asiático están detenidas, lo que impactará en los procesos de producción y en las ventas.
“Se sabe que están frenadas las exportaciones de China para acá, y por consiguiente hay un freno en las importaciones desde estos lados, y de una u otra manera esto va a afectar en diferente nivel, depende de cómo siga creciendo el problema; aparentemente lo tienen controlado, pero esto va a traer consecuencias”.
La creciente propagación del coronavirus ha propiciado una disminución en viajes de negocios, así como en el movimiento de mercancías y trabajadores.
China es el segundo socio comercial de México y también la segunda fuente de importaciones, en su mayoría productos de manufactura.
En el caso de la industria automotriz nacional, se resienten complicaciones por la lentitud en la llegada de los embarques, ya que se impacta el proceso de producción.
Los empresarios locales temen por el curso de la actividad productiva en el corto plazo, principalmente, porque ante las condiciones actuales seguiría una desaceleración económica.
“Estamos viendo en algunos mercados que ya no están pudiendo surtir muchas mercancías que se venden en México, y forzosamente va a traer múltiples afectaciones”, agregó.