Miles celebran a San Judas Tadeo, en una gran fiesta de fe
Desde Colinas de Santiago hasta el ejido 8 de Enero. Emeteria Gaytán cumple su penitencia a San Judas Tadeo, por el milagro de recuperarse de una discartrosis que la mantuvo 3 años en silla de ruedas
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Empujando su andadera durante un trayecto de 20 kilómetros sin desfallecer bajo el sol, Emeteria Gaytán cumplió una penitencia a San Judas Tadeo, porque afirma le hizo el milagro de recuperarse de una discartrosis lumbar que la mantuvo aprisionada tres años en silla de ruedas, la mañana calurosa no colapsó su fe durante su maratón desde Colinas de Santiago al Ejido 8 de Enero.
Para los devotos de San Judas Tadeo, anualmente el 28 de octubre, la capilla de veneración es el templo de la fe, cientos de veladoras son encendidas para suplicar o agradecer algún milagro como Mario Osvaldo Zavala Palacios quien llegó al sitio caminando desde la colonia Barrera de Monclova para agradecer el nacimiento de su hijo Luis Mario, que ahora tiene 10 años de edad.
En la romería, los feligreses cargan imágenes de San Judas, primo hermano de Jesucristo, algunos venden alimentos, otros los regalan lo que se conoce como –reliquias- en agradecimiento a algún milagro, el Ejido 8 de Enero se convierte en la Meca de la Fe, con peregrinos provenientes de distintos puntos de la Región Centro de Coahuila.
En el ritual católico que genera aglomeraciones, abundan quienes visten con túnica y manta verde para agradecer al Santo Patrono de las causas difíciles el milagro recibido o encargárselo, hay otros que aún sin recibir lo que han suplicado durante años, eso no aniquila la fe, y continúan con sus actos de veneración.
Emeteria Gaytán, vecina de Colinas de Santiago, cuenta que sufre discartrosis lumbar por causas naturales que es una enfermedad degenerativa irreversible de los discos intervertebrales y vértebras con dolores intensos que inmoviliza a quienes la padecen, añade que un médico del IMSS la tachó de loca y la acusó de que únicamente quería la pensión.
Llegó el momento, explica, -que ya no pude trabajar en Technotrim de México, obtuve la pensión parcial luego la definitiva por invalidez, pero condenada a una silla de ruedas, así permanecí tres años hasta que pedí por mi salud a San Judas Tadeo, y me hizo el milagro de volver a caminar apoyándome en una andadera, pero necesito una con asiento-
Oiga usted, dice al reportero, -llegué a la cita con San Judas Tadeo caminando más de 20 kilómetros desde mi casa en Colinas de Santiago, una ruta que incluyó el libramiento Carlos Salinas de sur a norte, luego por Carretera 30 de oriente a occidente hasta llegar al Ejido 8 de Enero donde cientos de feligreses anualmente cada 28 de octubre desbordan su fe.
Ella pide donativo de una andadera con asiento, lo cual agradecería, su teléfono es 866-136-3902, “la enfermedad aún sigue, pero he mejorado relativamente porque de no poderme mover, ya puedo caminar, mi madre me sugirió me encomendara al patrón de las causas difíciles”, subraya en medio del bullicio, rezos y rugido de automotores que circulan por la Carretera Federal 30.