El padre David García Rosales, quien hace cuatro meses está al frente de la Parroquia San Juan Bautista de La Salle hace una profunda reflexión acerca de la muerte
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
En el Día de Muertos cuando la gente recuerda en casa o panteones a sus seres queridos instalando su foto en tumbas con arreglos florales, el párroco David García Rosales, explica que, aunque el cuerpo fenece, el alma sobrevive, trasciende, traspasando los límites del tiempo y del espacio, llegando a la presencia de Dios.
El presbítero detalla que al anhelo de inmortalidad que se llama pasar a la vida eterna, aunque el cuerpo muere, es el tránsito obligado necesario para pasar a insistir permanentemente por alcanzar la eternidad junto con Dios, para algunos el fallecimiento de algún ser querido significa mucho dolor, para quienes tienen fe, les llega resignación o lo entienden de otra manera.
Del 31 de octubre al 2 de noviembre, se celebran fiestas desde el Halloween, Día de Todos los Santos, y Día de los Fieles Difuntos, la contracultura de –Halloween- aclimatada con intensidad en el país especialmente entre la población infantil, pareciera competir con la tradición mexicana, pero el acervo nacional no ha sido doblegado.
En –Halloween- que es celebración de origen extranjero, a los niños en casa y escuelas les pintan el rostro de calaveritas, o se disfrazan de momias, Drácula, Frankestein, brujas, monstruos, y hasta de zombi saliendo a la calle a pedir dulces, en tanto, las viviendas, tiendas y planteles son adornados con calabazas, telarañas y figuras de terror.
El presbítero David García Rosales, de la parroquia de San Juan Bautista en la colonia La Salle., explicó que el 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, los que ya están con Dios, y el día 2 se conmemora a todos los Fieles Difuntos donde se recuerda a aquellos que habiendo creído en Dios han partido ya de este mundo, el Halloween precede a estas celebraciones.
De la maldad en el mundo, definitivamente, alerta el párroco, “hay poderes oscuros, fuerzas malignas, hay quien las practican hay presencia del mal en todos lados, el demonio el príncipe de la mentira busca maneras, no dudo ni tengo derecho a dudar que esté presente el mal por todas partes, o de que por todas partes quiere meterse”.
Respecto a si ha sido testigo de alguna manifestación de las fuerzas del mal, el Padre David García, responde; “desde mi propia condición pecadora por no irme tan lejos, mi propia conciencia me va diciendo cuando hay algo que sí se vale y cuando no se vale; cuando es de Dios y cuando las cosas no son de Dios”.
MANIFESTACIONES DEL MAL
“Hay muchas manifestaciones del mal en el mundo; la injusticia, la violencia, la manera tan descarnada, tan despiadada en que se mata gente, la violencia intrafamiliar, la pobreza, los desaparecidos, eso es el mal, no necesitamos ver al chamuco, a las brujas y todas esas cosas”, añade el párroco respecto a la influencia del mal.
En una ocasión, detalló, “En Saltillo entraron a la iglesia, se robaron el Santísimo que son las formas consagradas y puedo pensar que es para cuestiones satánicas porque se robaron también el cáliz, la botellita del vino, tal vez para una misa negra o no sé, pero es mi suposición entonces hay mal”.
Aclara; “pero de eso a la fiesta que hacen los niños cuando disfrazándose y pidiendo dulces, yo creo que hay una gran distancia cuando dicen no al Halloween, no le veo caso estar peleando con algo tan arraigado tan difundido, mejor hacer nuestra parte como es invocar a todos los santos el 1 de noviembre y el día 2 de noviembre hacer la celebración y recordar a nuestros difuntos y poner nuestro altar de muertos”.
El párroco de la colonia La Salle, dice que la fiesta de los muertos es el recuerdo, la oración por ellos, el altar de muertos es poner en el nicho la foto del difunto, las cosas que les gustaban, y que a mí me hacen recordarlos, si pongo comida no es para que vengan a comer, ellos ya están en otra dimensión.
Cuando yo muera, agrega el Padre David García, “mi cuerpo lo incineran, entierran, o se convierte en cenizas, al final de cuentas creo que Dios en el final de los tiempos cuando venga el reino de los cielos me van a reconstituir mi cuerpo, me va a regresar este cuerpo transfigurado como el del resucitado”.
El Padre llegó hace cuatro meses a la parroquia de San Juan Bautista en La Salle, y del Día de Todos los Santos sobre el particular afirma que el santo de los santos es Dios y tiene este grado de santidad por ser el creador, el dueño y el Todopoderoso.
“Conocemos la mínima parte de lo que verdaderamente es Dios, todo aquel que entre en contacto con el santo de los santos puede llegar a ser santo, la iglesia declara santos a algunas personas por su vida, ejemplo o martirio, ellos ya están disfrutando contemplando a Dios cara a cara, esos son los santos unos declarados oficialmente, otros que no son declarados oficialmente porque pasaron una vida desapercibida”.
DIOS DESEA LA SALVACIÓN DE TODOS LOS HOMBRES
“Esta es la fiesta que se celebra el 1 de noviembre, todos aquellos que están con Dios que quiere que todos los hombres se salven, van a ponernos los medios para que lleguemos justamente a esta santidad, hay dos tipos de muerte; la física material que todos estamos marcados por esta condición humana y la espiritual, el ser humano por ser un ser inteligente está llamado a la inmortalidad”.
Es decir, explica el padre, “aunque su cuerpo fenezca, aunque su cuerpo muere y se mezcla ya después con la naturaleza, el alma sobrevive, trasciende, traspasa los límites del tiempo y del espacio, es lo que le llamamos llegar a la presencia de Dios siempre que muere alguien, siempre hago esta reflexión”.
Añade que todos estamos destinados a morir, pero para los que no tienen fe pues la muerte no es más que el resultado del ciclo de la vida que termina y punto, pero alguien que ha sido inteligente, alguien que ha sido persona, alguien que ha tenido conciencia, muere el cuerpo, pero traspasa esos límites.
“Al anhelo de inmortalidad que se llama trascendencia o pasar a la vida eterna, aunque el cuerpo muere, es el tránsito obligado necesario para pasar a insistir permanentemente por alcanzar la eternidad junto con Dios, para algunas personas el fallecimiento de algún ser querido es significado de mucho dolor, mientras que para otros que tienen fe, les llega resignación o lo entienden de otra manera”, detalló el párroco-
Dice el Apóstol San Pedro; “para mí la vida es Cristo, y en la muerte una ganancia, no sé si querer seguir vivo porque sigo predicando el evangelio o morir porque ya muriendo, voy a entrar a poseer aquello que estoy predicando es decir a Jesús y entonces tenemos que tener esta conciencia de la muerte y como un paso natural de nuestra propia existencia”.
En su observación de la iglesia católica, el presbítero, expresa lo siguiente; “por supuesto que ha habido muchos defectos, muchos errores, ahorita y en el pasado que luego nos reclaman y nos los están recalcando a cada paso y bueno es real, es cierto hay que reconocerlo, pero no podemos estar solamente viendo el pasado tenemos que ver el presente y el futuro de la evangelización de la iglesia”.
De las actividades de la iglesia, citó que trabaja la Diócesis en un plan pastoral que busca justamente sensibilizar, hacer conciencia, promover la participación e ir a los más alejados porque se trata de llegar a todos, a familias en distintos sectores de la sociedad porque es un trabajo necesario.
“En la religión católica se habla de un purgatorio, de un paraíso, cuál es el sentido por ejemplo del purgatorio cuando alguien muere, alguna vez alguien me reclamó y me dijo que por qué decía que su mamá tenía pecado, entonces porque somos pecadores, cuando alguien muere pedimos que vaya al cielo cuando alguien muere en el momento justo de la muerte entendemos que Dios me va a preguntar quieres pasar o te quieres quedar afuera toda la vida”.
