Llegan desde Parras al Panteón de Dolores en Frontera y se topan con amarres, fotos quemadas, y yerbas
Por: Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
FRONTERA, COAHUILA. – Con el objetivo de visitar la capilla de su suegra y de abuelos de su esposa en el Día de Muertos, Rafael Alemán llegó desde Parras con su familia al panteón Dolores de Ciudad Frontera, pero en su interior descubrió daños, huellas de actos de brujería, fotografías quemadas, yerbas, entre otros objetos, denunció que los encargados del camposanto saben quiénes son, pero no proceden.
“Han sido profanadas las capillas en más de dos ocasiones, se sabe que tienen identificados a los responsables, pero no obran los administradores del panteón ante las autoridades, además han robado enseres, también han utilizado el lugar como sanitario entre otras barbaridades, en una ocasión accedieron a la tumba sin forzar la cerradura, lo cual es aún más grave”, añadió Alemán.
“Abrieron la chapa sin forzarla, por comentarios de cuñados están identificados los vándalos porque así lo dijo uno de los encargados del panteón localizado en la colonia Occidental, la intención es que nuestros muertos descansen en paz, que su recuerdo permanezca intacto, pero con estos desmanes no hay respeto absoluto”, abundó el quejoso.
En el Día de Muertos, Rafael Alemán llegó con su familia a Ciudad Frontera desde Parras este 2 de noviembre para visitar las tumbas de sus seres equipos, pero al llegar al panteón Dolores y dirigirse a la capilla de su suegra y abuelos de su esposa, encontró cristales de ventanas destrozados, además papel higiénico sucio.
Aseguró que no se trata únicamente de un caso único, ya que hay información de otras personas de que las capillas y tumbas donde están los restos de sus seres queridos han sido igualmente profanadas, sin embargo, ninguna autoridad ha hecho algo por inhibir la presencia de malvivientes que siguen haciendo de las suyas.
Los afectados con los daños materiales trataban de repararlos, pero no hay garantía de que vuelva a acontecer aprovechando la vigilancia de los veladores del camposanto, que tal vez temen ser agredidos por esos malvivientes que ingresan a las capillas a realizar actos indebidos tal vez bajo el influjo de sustancias tóxicas. Al llegar al panteón Dolores y dirigirse a la capilla de su suegra y abuelos de su esposa, Rafael Alemán descubrió cristales de ventanas destrozados, además papel higiénico sucio, y señales de supuestos actos de brujería.