El internacionalista Alejandro Castillo estimó que pese a las amenazas del Presidente electo de Estados Unidos, se va a mantener la relación comercial con México, por la dependencia mutua
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Las bravuconadas en campaña del ahora presidente electo estadounidense Donald Trump con amenazas casi a diario contra México de cerrar las fronteras y aplicar pesados aranceles a las exportaciones, mantiene encendido el debate de si realmente es capaz de cumplir sus intimidaciones.
En medio de opiniones encontradas entre desestimaciones a sus advertencias por considerar que únicamente las utilizó como herramienta de campaña electoral, y otros que aseguran que las alertas deben estar encendidas, Alejandro Castillo, catedrático en Relaciones Internacionales de la Universidad de Monterrey (UDEM), analiza el tema caliente.
Castillo, le apuesta a que Trump no desenchufará el acuerdo comercial del T-MEC con México porque también sería catastrófico para su economía, además estimó que continuarán llegando las inversiones extranjeras al país, pero destacó que es un presidente que le gusta vivir amenazando, y que tratará de llegar y cumplir muchas de las cosas que mencionó en campaña electoral, más aún por el control republicano en el Senado y Cámara Baja.
En la observación de lo que puede suceder en la relación de Trump con México, el analista expresó que el “trumpismo” tienen mucho poder en esta ocasión, y ante la posibilidad de cerrar las fronteras comerciales con México, el licenciado en Relaciones Internacionales, sostiene que su percepción es que sí lo utilizará como amenaza, y se verá todos los días con decisiones apresuradas al aproximarse la revisión del TMEC que iniciará en 2025 para presentarse en el 2026.
“Tanto dependemos nosotros mucho de ellos, como dependen también mucho de nosotros, aquí en América Norte los tres países incluido Canadá, hemos estado en una integración comercial que ya está muy avanzada, pero el TMEC no creo que lo vaya a desenchufar, pero sí lo va a estar usando”, subrayó.
Lo que sucederá, destacó, “es que en la revisión seguramente cada uno de los países va a llevar unos temas a la mesa de negociaciones muy quirúrgicos como inteligencia artificial, comercio electrónico o algunos temas de energéticos, etcétera, que no estaban propiamente muy pulidos en la negociación del T-MEC”.
Del “nearshoring” que son inversiones extranjeras para reducir costos y la posibilidad de retirarse de México por presiones de Donald Trump, el catedrático Alejandro Castillo, indicó que algunos empresarios en ambos lados de la frontera, aseguran que tienen contemplado continuar invirtiendo.
“Seguramente, Trump intentará frenar algunas inversiones, pero conversando con algunos empresarios en ambos lados de la frontera y en otros países, la realidad es que ellos ya tienen previsto que pudiese ganar Trump que y lo que pudiese pasar con el T-MEC, pese a esto ellos tienen la firme intención de seguir invirtiendo en México”, reiteró el analista.
“No solamente digo inversionistas europeos o asiáticos, que son los que principalmente han estado llegando aquí a México y concretamente al noreste tanto en Nuevo León como en Coahuila que son los estados que junto con Chihuahua están atrayendo mucho la inversión extranjera directa sobre todo por el tema del nearshoring.
Para ilustrar que las inversiones se mantendrán en México, señaló que muchas empresas que habían estado en México y decidido irse a mercados más lejanos por la crisis de las cadenas de suministro, se percataron que estaba muy lejos de su mercado americano.
“Algunas empresas extranjeras que están en Guanajuato o Estado de México se han dado cuenta que le sigue quedando lejos Estados Unidos, están buscando localizarse hacia el noreste, entonces independientemente de esto, los inversionistas en su gran mayoría van a seguir llegando a nuestro país”, apuntó-
Pese a este escenario, el analista advierte que el gobierno de México tendría que ser muy activo en la promoción de las inversiones porque hay competencia directamente con el estado estadounidense que es Texas que hace campañas muy agresivas para llevarse inversiones.
