Su composición nutritiva y versatilidad la convierten en un aliado tanto en la cocina como en la medicina natural
Con su sabor característico y su tamaño pequeño, la mandarina (Citrus reticulata) es una de las frutas más apreciadas en la temporada otoñal, no solo por su delicioso sabor, sino por los diversos beneficios que aporta a la salud.
Esta fruta, similar a la naranja pero con un toque de dulzura propio y un color vibrante, es también una fuente de nutrientes esenciales que ayudan a mantener el bienestar general y proteger el organismo frente a enfermedades.
Beneficios de la Mandarina
Esta fruta es una fuente de antioxidantes y antiinflamatorios naturales. Su consumo regular aporta beneficios que protegen el organismo de problemas cardíacos, infecciones y enfermedades crónicas como la diabetes y ciertos tipos de cáncer, esto según el sitio de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno de México.
Algunos de los principales beneficios de la mandarina para la salud son:
- Reducción del colesterol: Las mandarinas contienen sinefrina, una sustancia que inhibe la producción de colesterol en el cuerpo, ayudando así a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Apoyo en el control de la diabetes: Estudios han señalado que el consumo de mandarina ayuda a disminuir los niveles de insulina en sangre, previniendo que el azúcar se acumule en forma de grasa y promoviendo que se transforme en energía. Este proceso no solo favorece el control de la diabetes, sino que también contribuye a la pérdida de peso.
- Propiedades antimicrobianas: La mandarina posee propiedades antimicrobianas que ayudan a evitar infecciones en heridas, además de ofrecer una barrera natural contra virus, hongos y bacterias.
- Antiinflamatoria y buena para la piel : La mandarina destaca por sus beneficios antiinflamatorios, gracias a compuestos como los flavonoides y carotenoides, que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo y protegerlo de distintas enfermedades crónicas. Estos compuestos también actúan como antioxidantes, fortaleciendo el sistema inmunológico y promoviendo la regeneración celular. Gracias a su alto contenido de vitamina C y otros antioxidantes, la mandarina ayuda a combatir el envejecimiento, favorece la producción de colágeno y mejora la elasticidad de la piel.
Incluir mandarinas en la dieta diaria aporta una serie de beneficios que van desde la mejora en la salud cardiovascular hasta el cuidado de la piel y el control de enfermedades crónicas. Esta pequeña fruta, repleta de antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, es una aliada en la prevención de enfermedades y en el mantenimiento de un organismo saludable.
Con su temporada en pleno apogeo, ahora es el mejor momento para disfrutar de la mandarina y beneficiarse de sus propiedades.
POR: EL UNIVERSAL