Por Excélsior
La Prensa
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de más de 85 millones de anglicanos en todo el mundo, anunció su dimisión el martes tras la publicación de un informe que cuestiona su gestión sobre abusos cometidos por John Smyth, un influyente abogado británico, contra jóvenes en campamentos de verano cristianos hace décadas. El informe ha provocado un sismo dentro de la Iglesia de Inglaterra y ha puesto bajo la lupa a las principales figuras eclesiásticas por su falta de acción ante las denuncias.
Welby explicó su decisión de dimitir en un comunicado, en el que asumió “responsabilidad personal e institucional” por el prolongado tiempo que ha tomado abordar estas denuncias. Además, mencionó que ya había solicitado al rey Carlos III el permiso para renunciar a su cargo.
“Está muy claro que debo asumir la responsabilidad personal e institucional por el largo y retraumatizante período entre 2013 y 2024”, indicó.