Por Reforma
La prensa
Un día después de que el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, aseguró que la estrategia «abrazos no balazos», del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir el crimen fue un fracaso, la CEM consideró que dicho plan no funcionó.
«Hubiéramos querido más diálogo, eso sí, que hubiéramos querido que lo que alguna vez comentamos, que le suplicamos, pudiera realizar la estrategia de seguridad, porque lo dijimos: abrazos no balazos veíamos que no daba resultado. Entonces, creo que ahí se manifiesta un poquitito lo que hubiéramos querido de más», aseguró el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el Obispo Cuernavaca, Monseñor Ramón Castro Castro.
«Hubiéramos querido de más que se trabajara con una familia, porque sabemos que allí se pueden prever tantas cosas del futuro. Pero -pues- la historia va a juzgar. Será la historia la que normalmente, con el tiempo, da el balance más positivo».
El Gobierno de López Obrador, quien consideró que detener a los delincuentes no era lo principal, sino «atender las causas», acabó el 30 de septiembre con más de 199 mil homicidios, la cifra más alta de todos los Gobiernos recientes, un promedio de 94 al día.
En una rueda de prensa en su sede de Cuautitlán Izcalli, un día después también de su reunión con la Presidenta Claudia Sheinbaum, la directiva de la CEM declaró su preocupación por la violencia que ha alcanzado incluso a sacerdotes, como al sacerdote Marcelo Pérez Pérez, activista contra la violencia en la región de Los Altos de Chiapas, asesinado a balazos frente a sus allegados minutos después de oficiar una misa en San Cristóbal de las Casas, el 20 de octubre.
«Nuestra mirada tiene que ser la realidad, no es favorecer una opinión u otra. Es centrarnos en lo que estamos viviendo, y lo que estamos viviendo es una expresión de esta violencia que va poco a poco tocando todos los rincones, pero que también al mismo tiempo necesitamos comprometernos todos como sociedad para avanzar, de tal manera que esto nos redunde en el juicio de todos nosotros», dijo Monseñor Jaime Calderón, Arzobispo de León y vicepresidente de la CEM.
Castro, presidente del organismo, dijo que la reunión de ayer con la nueva Presidenta fue amable y se hablaron de puntos de vista similares y de sus diferencias, que no quiso precisar.
«Ella ayer nos escuchó, le hablamos de nuestra preocupación por la violencia, por el Estado de Derecho, por la división de Poderes», dijo.
«Respecto a la división de los tres Poderes, pues yo creo que es muy claro que es lo mejor para un país que haya esa claridad de visión. Se lo dijimos ayer y la Presidenta nos respondió ‘sí, yo estoy de acuerdo, estoy de acuerdo en que haya división de Poderes’. Entonces es parte de la esperanza que tenemos».
Los sacerdotes dijeron que también expusieron a Sheinbaum sus diferencias acerca de las iniciativas de despenalización del aborto, pues afirmaron que la vida de los seres humanos se debe de respetar desde su concepción.
«¿Que si nosotros le creemos, por ejemplo, a la señora Presidenta? Pues nosotros creemos en el Evangelio, creemos en Jesús, y en el Evangelio hay un dicho del Señor muy claro ‘por sus frutos conocerán’. Entonces, desde mi punto de vista, creo que habrá que esperar, habrá que ver cuáles son los frutos.
«Porque una cosa es únicamente hablar y otra cosa es actuar, y creo que la voluntad que tiene y que ha tocado en este momento la señora Presidenta ha sido positiva, habrá que esperar para poder actuar», dijo Monseñor Roberto Domínguez Couttolenc, Arzobispo de Tulancingo.