El Psicólogo y terapeuta Aaron Hernández analiza el caso de un menor de 9 años, del sureste de Coahuila que decidió quitarse la vida
Oscar Ballesteros
La Prensa
El no obtener aceptación en casa, es la piedra angular de los problemas emocionales que desarrollan los infantes, mismos que se podrían desencadenar en atentar en contra de su integridad; factores sociales como el bullying entre compañeros o el contenido ofrecido en redes sociales son los supuestos causantes más populares, pero el rechazo familiar deja a los niños «sin esperanza».
Aaron Hernández, profesional en el tratamiento psicológico, al tener conocimiento del menor que terminó con su vida a los 9 años en la Región Sureste por maltrato de sus padres, definió que la interacción con los familiares es lo más relevante en cuanto al desarrollo de los primeros años puesto que, de no recibir la crianza adecuada, el menor será susceptible al resto de situaciones.
“Todas las distorsiones cognitivas que tiene tanto un niño o adolescente son precisamente son conflictos no resueltos en casa, ahí se brinda la aceptación, cuando no son nutridos emocionalmente entonces, la vida se queda sin ese sentido, por eso no encuentran ya un por qué vivir (…) con algún conflicto familiar es más fácil que más susceptibles a que cualquier situación externa” expresó el psicólogo.
La depresión -agregó- es un padecimiento que se puede dar desde la gestación, pues el bebé siente el rechazo por parte de la madre en este periodo, por lo que estos comportamientos de no aceptación se irán desarrollando de manera constante, lo cual antes de llegar a la adolescencia donde hay mayor consciencia, los niños puedan atentar contra su salud.
Conforme crecen, los factores de las redes sociales o relaciones afectivas fallidas, sin embargo, en la infancia todo depende directamente de los padres, con quienes se obtienen las vivencias más significativas para los niños y en caso de ser rechazados, los infantes tendrán las ideas, incluso inconscientes de lastimarse, o al menos de rodearse de riesgos.
“En cuanto a las autolesiones niños que se caen que se golpean que no de manera consciente no lo hacen ningún niño, tú le puedes preguntar que si se quería caer golpea fracturar el brazo tener un golpe en su cabeza, pues ningún niño desea tener este una lesión, pero inconscientemente ellos van en búsqueda de esta de esta destrucción” manifestó.
Por ello, el exhorto es a las redes cercanas de los más pequeños a observar los comportamientos de estos, incluyendo familiares o docentes, puesto que, los padres que rechazan a sus hijos son incapaces de ver el daño que sufren, pues desean no tenerlos y no les brindarán la ayuda pertinente, finalizó Aarón Hernández.