Con el paso del tiempo, las brochas de maquillaje acumulan restos de base, polvo y pigmentos. Para evitar la propagación de bacterias, te decimos cuándo lavarlas
Sin lugar a duda, las brochas de maquillaje son una herramienta muy importante dentro de nuestra rutina de belleza. Sus múltiples estilos permiten que las utilicemos para difuminar sombras, perfilar el rostro o aplicar pigmentos y diamantinas.
Sin embargo, por el uso constante y el contacto directo que tienen con nuestra cara, debes mantenerlas limpias. Hoy en De Última te decimos con qué frecuencia lavarlas.
La razón por la que debes lavar tus brochas de maquillaje
Además de acumular restos de maquillaje, las brochas pueden guardar polvo e incluso ser un foco de bacterias. Según el portal Medicina Estética, no lavar estas herramientas con frecuencia puede ocasionar infecciones en la piel, por ejemplo, acné.
En cambio, conservar tus brochas limpias puede alargar su vida útil. Lavarlas periódicamente eliminará los residuos de productos cosméticos e impide la propagación de gérmenes.
¿Cada cuánto debes lavar tus brochas de maquillaje?
En caso de utilizar con frecuencia tus brochas de maquillaje, lo adecuado es lavarlas todos los días. Sí, puede parecer tedioso pero, de acuerdo con Maybelline, al tener contacto con nuestra cara, boca y ojos pueden expandir la suciedad.
No obstante, si te aplicas maquillaje de manera ocasional, puedes darles una limpieza profunda cada 7 o 15 días.
¿Cómo lavar las brochas de maquillaje?
Ahora que sabes con qué frecuencia lavar tus brochas de maquillaje, el siguiente paso es aprender a desinfectarlas de manera correcta, lo que permitirá seguirte maquillando sin afectar la salud de tu piel.
Aquí te compartimos el siguiente método de lavado para que tus brochas queden como nuevas:
Materiales:
- 1 charola de agua tibia.
- Shampoo o jabón con pH neutro.
- Papel higiénico.
Procedimiento:
- Coloca en un recipiente el agua tibia. Toma tu brocha de maquillaje sucia de forma horizontal y remoja las cerdas.
- Cuida que el agua no haga contacto con la parte metálica de la brocha ya que puede ocasionar que se oxide.
- Ahora, coloca una pequeña cantidad del shampoo o jabón neutro en la palma de tu mano.
- Frota la brocha contra el shampoo o jabón neutro mediante movimientos lentos y circulares.
- Vuelve a remojar la brocha en agua hasta que no queden restos del shampoo o jabón neutro.
- Toma un trozo de papel higiénico y seca tus brochas.
- Acomódalas de forma horizontal sobre una superficie plana.
- Déjalas secar al aire libre o en un lugar seco.
POR: EL UNIVERSAL