Ofrece una experiencia única con su rica historia, arquitectura colonial, paisajes naturales y actividades como el ecoturismo y turismo cinegético
Ulises Cruz
LA PRENSA
Ubicado al norte de México, Guerrero es un municipio que se destaca por su rica herencia histórica, su impresionante belleza natural y su creciente desarrollo como destino turístico. Designado como Pueblo Mágico en 2015, Guerrero no solo representa un importante capítulo en la historia de Coahuila, sino que también se ha convertido en un lugar de encuentro para los viajeros que buscan adentrarse en las raíces culturales de la región, explorar sus monumentos históricos y disfrutar de su hospitalidad.
Un municipio con profundas raíces históricas
La historia de Guerrero se remonta al siglo XVII, cuando la región era aún un territorio indómito, habitado por diversas tribus nómadas. La llegada de los franciscanos marcó un punto de inflexión en la historia de la región, con la fundación de la Misión de San Bernardo en 1702, una de las primeras misiones en el norte de México. Este hecho histórico, que se desarrolló bajo la dirección de los franciscanos del colegio de la Santa Cruz de Querétaro, estableció a Guerrero como un lugar clave en la evangelización de los pueblos nómadas y en la consolidación de la presencia española en el norte del país.
El virrey de la Nueva España, José Sarmiento y Valladares, impulsó la creación de un presidio en la zona, con el fin de proteger a los colonos de los ataques de las tribus indígenas y asegurar la ocupación del territorio. El Presidio de San Juan Bautista del Río Grande del Norte, fundado en 1701, fue el primer asentamiento de importancia que se estableció en la región, y sirvió como punto de referencia para la creación de otras poblaciones cercanas.
Durante los siglos XVIII y XIX, Guerrero fue testigo de múltiples eventos históricos. Durante la Guerra de Independencia, la región fue escenario de enfrentamientos entre insurgentes y fuerzas realistas. De igual manera, Guerrero fue parte activa en el proceso de construcción del estado de Coahuila, participando en la lucha por la independencia y en los movimientos sociales que definieron la identidad del norte de México.
En 1827, Guerrero recibió el título de villa, lo que marcó el inicio de su consolidación como un asentamiento importante en la región. A lo largo de los años, la población fue creciendo, y aunque el municipio sufrió varias crisis durante el siglo XIX, especialmente debido a los conflictos armados y las invasiones extranjeras, su identidad como un centro histórico y cultural permaneció intacta.
Un símbolo de identidad y orgullo
El escudo de armas de Guerrero es un símbolo que refleja el alma histórica y cultural del municipio. Este escudo, dividido en tres partes, destaca aspectos clave de la historia local. En el cantón superior diestro, se presenta una imagen del edificio de la Misión de San Bernardo, en recuerdo a la presencia de los franciscanos en la región. El cantón superior siniestro muestra una carreta junto a un hombre, símbolo de la colonización y el trabajo agrícola que marcó la vida de los primeros habitantes del municipio.
En la parte inferior del escudo, se representan dos tipos de ganado: bovino y caprino, animales que fueron fundamentales en la economía de Guerrero desde sus inicios. Estos símbolos hacen alusión a la actividad ganadera que, durante siglos, ha sido la principal fuente de sustento de la población local.
La bordura del escudo incluye una serie de estrellas doradas que representan el número de municipios que formaban parte del antiguo Distrito de Río Grande, y la leyenda “Revolución” en la parte superior, haciendo referencia a la participación activa de Guerrero en los procesos revolucionarios. En la parte inferior, se encuentra la inscripción “Real Presidio de Río Grande”, rememorando el origen de la población.
La Misión de San Bernardo
La Misión de San Bernardo es, sin lugar a dudas, el principal atractivo histórico de Guerrero. Fundada en 1702, la misión fue uno de los primeros centros de evangelización en el norte de México y tuvo un impacto duradero en la región. En sus primeros años, la misión fue un lugar de encuentro entre las culturas españolas y las tribus nativas, quienes fueron evangelizadas y, en muchos casos, se asentaron en las cercanías.
A lo largo de los siglos, la Misión de San Bernardo sufrió los embates de los conflictos bélicos, las invasiones y el paso del tiempo, pero aún conserva vestigios de su estructura original. Las ruinas de la misión son ahora un importante sitio turístico y un símbolo de la resiliencia de la población local, que ha mantenido viva su historia a través de los años.
Además de ser un centro religioso, la misión desempeñó un papel crucial en la organización de la vida social y económica en la región. Fue aquí donde se establecieron las primeras autoridades coloniales, donde se fundaron escuelas y donde se cultivaron los primeros cultivos agrícolas que sustentaron a la población.
La transformación del municipio
Guerrero ha experimentado un proceso de transformación en las últimas décadas, impulsado por su nombramiento como Pueblo Mágico en 2015. La llegada del turismo ha permitido a este municipio de Coahuila evolucionar hacia un destino cultural y recreativo, sin perder su esencia histórica. Si bien la ganadería continúa siendo una de las principales actividades económicas de la región, el municipio ha apostado por diversificar su oferta, con el turismo como uno de sus motores principales.
El alcalde Francisco García Castell-Alanís ha sido clave en este proceso, promoviendo la restauración de monumentos históricos y la creación de nuevas infraestructuras turísticas. Entre las iniciativas que han destacado en su gestión se encuentra la rehabilitación del Centro Histórico de Guerrero, donde se han restaurado varios edificios de interés cultural, como la iglesia principal, la Casa de la Cultura y el antiguo teatro municipal. Estos esfuerzos no solo han mejorado la apariencia del municipio, sino que también han permitido que los turistas puedan conocer de manera más profunda la historia y cultura de Guerrero.
Guerrero ha hecho una fuerte apuesta por el ecoturismo, con la creación de rutas para el senderismo, el avistamiento de fauna y la práctica de deportes al aire libre. En las zonas rurales cercanas al municipio, los turistas pueden disfrutar de paseos a caballo, caminatas por los paisajes desérticos y la oportunidad de observar la fauna local, como el venado cola blanca y diversas especies de aves.
Fiesta, arte y tradiciones
La vida cultural de Guerrero es un reflejo de la diversidad y riqueza de su historia. El municipio es conocido por sus festivales, como la Fiesta del Santo Niño de Atocha, que se celebra cada 6 de enero, y la Fiesta de la Virgen de la Candelaria, en honor a la patrona de Guerrero. Estas festividades no solo son una muestra de la devoción religiosa de la comunidad, sino también una oportunidad para que los habitantes y visitantes se reúnan y compartan las tradiciones que han perdurado a lo largo de los siglos.
Además de sus festividades religiosas, Guerrero es un centro activo de la cultura local, con eventos como el Festival de la Canción Ranchera, que reúne a músicos y cantantes de todo el estado para rendir homenaje a la música tradicional mexicana. La Casa de la Cultura es otro de los lugares donde se celebran conciertos, exposiciones y talleres que promueven la identidad cultural de Guerrero.
La gastronomía de Guerrero también juega un papel importante en su vida cultural. Los platos típicos, como las empanadas de venado, el chile con carne y las carnes asadas, son una muestra de la tradición culinaria que ha sido transmitida por generaciones. La comida en Guerrero no solo es deliciosa, sino que también es un reflejo de la historia de la región, que combina influencias indígenas, coloniales y mestizas.
Un destino en constante crecimiento
A medida que Guerrero continúa consolidándose como un Pueblo Mágico, el municipio enfrenta nuevos desafíos y oportunidades. El desarrollo de infraestructura turística y la promoción de su riqueza cultural son fundamentales para garantizar su éxito a largo plazo. La conservación de su patrimonio histórico y natural, la mejora de los servicios para los turistas y el impulso de su economía local son prioridades para las autoridades municipales.
Con su innegable belleza, su historia fascinante y su creciente oferta turística, Guerrero está llamado a seguir siendo un destino importante en Coahuila y un lugar que atrae a quienes buscan conocer la historia, disfrutar de la naturaleza y sumergirse en las tradiciones de México.