Le aumenta de un 31% a un 77% en unos cuantos días
Trasvase de la Presa Venustiano Carranza, de Juárez, Coahuila, le mejora sus pobres niveles hídricos
José Villasáez
La Prensa
Luego de ser el único embalse de Nuevo León con un pobre nivel tras el paso de la tormenta «Alberto», la Presa Salinillas, en Anáhuac, fue rescatada mediante un trasvase.
De tener un llenado de apenas el 31 por ciento hace un mes, la presa ubicada al norte del estado tenía ayer casi un 77 por ciento, con 14.6 millones de metros cúbicos.
Aunque noviembre fue muy seco en todo Nuevo León, fuentes extraoficiales indicaron que se realizó un trasvase de la Presa Venustiano Carranza, en Coahuila, lo que coincide con extracciones a ese embalse y los ingresos a la Salinillas, dentro del mismo periodo.
En anteriores crisis hídricas, la Salinillas también fue rescatada con agua de la Venustiano Carranza, que aunque tiene un bajo nivel del 19 por ciento, su almacenamiento es de 170.7 millones de metros cúbicos.
El pasado 9 de noviembre, se publicó que las lluvias de la tormenta «Alberto» y las registradas en meses posteriores sacaron de la crisis de almacenamiento a las presas que abastecen de agua a la Ciudad, pero no ocurrió lo mismo con la Salinillas.
El embalse en el norte del estado tenía entonces un llenado de apenas el 31 por ciento, con sólo 5.9 millones de metros cúbicos.
Sin embargo, de acuerdo con los registros diarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a partir del 13 de noviembre empezó a tener un ingreso considerable de agua.
Hubo días en que la aportación a La Salinillas superó el millón de metros cúbicos.
Según los datos de la Conagua, el embalse en Anáhuac dejó de recibir esas aportaciones el pasado 27 de noviembre, día en que alcanzó un llenado del 74.8 por ciento, con 15 millones de metros cúbicos.
La Salinillas tiene una capacidad para 19 millones de metros cúbicos.
En tanto, las tres principales presas de Nuevo León siguen a tope: Cerro Prieto, en Linares, tenía ayer un 116.7 por ciento; El Cuchillo, en China, 106.1 por ciento, y La Boca, en Santiago, 95.6 por ciento.