Aquí está el recurso, las reservas, y el personal dispuesto a trabajar: Fernando Mendoza
Alonso Crisante
LA PRENSA
SABINAS, COAHUILA.- La Región Carbonífera de Coahuila, históricamente el motor energético del país, atraviesa una crisis sin precedentes que afecta gravemente a su población, economía e infraestructura. El ingeniero Fernando Mendoza Bernal, empresario destacado en la industria del carbón, advirtió que la comercialización de este recurso está prácticamente detenida debido a la inactividad de las dos plantas carboeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que, aunque técnicamente listas para operar, no están trabajando a plena capacidad.
Con una inversión superior a los 5,000 millones de dólares, estas plantas, que anteriormente aportaban el 11% del consumo energético nacional, permanecen casi inactivas. Esta parálisis ha dejado a la industria minera del carbón en “stand by”, reduciendo su capacidad de producción a niveles insignificantes. Mendoza Bernal destacó que, mientras la infraestructura de las plantas está lista para operar con solo presionar un botón, la falta de acción ha dejado a la región en una situación económica crítica.
La inactividad de las plantas ha provocado la pérdida de alrededor de 5,000 empleos directos, lo que ha tenido efectos devastadores en la economía local. Mendoza Bernal estima que la región pierde aproximadamente 5,000 millones de pesos anuales debido a la parálisis de la industria del carbón. Este freno en la actividad económica ha generado calles deterioradas, problemas con el abasto de agua potable y drenaje, y una creciente acumulación de basura que afecta el medio ambiente, especialmente en los ríos. «Los municipios están abandonados, con servicios públicos deficientes. Esta situación es consecuencia directa de que la actividad principal de la región, que es su vocación minera, esté desatendida», señaló el empresario.
A pesar de la crisis que enfrenta la Región Carbonífera, Mendoza Bernal recordó que el carbón sigue siendo una fuente energética de gran valor en el mundo, citando ejemplos de países como China, que ha incrementado su producción de carbón, y Alemania, que ha reactivado plantas carboeléctricas. A nivel nacional, el carbón de la región tiene un enorme potencial estratégico, ya que México podría reducir sus importaciones de gas natural y promover una economía más autosuficiente. «La tecnología actual permite aplicaciones más eficientes y seguras del carbón, y contamos con personal capacitado, infraestructura y capital humano listos para trabajar», afirmó Mendoza Bernal, resaltando que las ciudades de la región fueron fundadas por este recurso, cuyo potencial sigue siendo enorme.
En su llamado urgente para la reactivación de la industria, Mendoza Bernal pidió a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, visitar la región y evaluar su verdadero potencial. «No se trata solo de venir a lugares donde ha habido accidentes, porque esa no es la esencia de la Región Carbonífera. No vivimos para dolernos; vivimos para construir un futuro mejor», expresó. También criticó las políticas energéticas implementadas en el país, particularmente la reforma energética, señalando que los compromisos firmados en el Acuerdo de París han sido perjudiciales para la región, al reducir el consumo de carbón de manera drástica.
A pesar de los desafíos, Mendoza Bernal subrayó que la minería del carbón en México y en esta región ha demostrado ser segura y eficiente, con compañías que acumulan millones de horas hombre trabajadas sin accidentes fatales. «Tenemos la oportunidad de generar la electricidad que el país necesita, sobre todo con la llegada de inversiones extranjeras que requieren energía confiable. Aquí está el recurso, las reservas, y el personal dispuesto a trabajar», concluyó.