Por Milenio
La Prensa
El embajador saliente de Estados Unidos en México, Ken Salazar, indicó este viernes que el problema de seguridad en Sinaloa viene de sexenios anteriores; sin embargo, resaltó que la presidenta Claudia Sheinbaum ya lo está atendiendo.
“Lo que yo he observado de lo que ha hecho la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, está enfocado ahí (en Sinaloa) tratando de resolver ese problema que ha existido no por un sexenio, por muchos sexenios allá en Sinaloa”, expresó Ken Salazar.
En su última conferencia del año, el embajador estadounidense reconoció los esfuerzos de la mandataria así como de su secretario de Seguridad quienes han realizado distintos operativos desde que inició el sexenio, por lo que ofreció el apoyo de Estados Unidos para devolver la seguridad a los sinaloenses.
“Adelante con el esfuerzo que llevan, siempre nosotros en apoyo en lo que podemos hacer”, dijo Salazar después de que durante las últimas semanas la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) lograrán la detención de narcotraficantes, así como el decomiso histórico de más de una tonelada de fentanilo.
Asimismo, destacó que Estados Unidos ha colaborado con México en la capacitación de más de tres mil policías y en el aseguramiento de 19 mil armas.
“Nosotros, con las inversiones de los Estados Unidos y siempre con respeto a la soberanía de México, habíamos capacitado por arriba de tres mil policías de México. Eso es algo que sí lo trabajamos juntos”, refirió Ken Salazar.
Control migratorio de EU y México en 2025 debe estar al sur: Ken Salazar
Ken Salazar planteó que si se quiere contener el flujo migratorio irregular en 2025, el control debe centrarse en el istmo mexicano, la parte más estrecha al sur del país, y en la frontera con Guatemala, en lugar de en la extensa frontera común.
Según indicó en conferencia de prensa, lo más probable es que la próxima administración de Donald Trump quiera asegurar la frontera entre México y Estados Unidos y reconoció que “está quebrada y la tenemos que componer”.
Pero, a su juicio, es más urgente prestar atención prioritaria a los “cinturones de seguridad” del sur mexicano, sobre todo al Istmo de Tehuantepec, los 300 kilómetros que unen el océano Pacífico con el Golfo de México y que son mucho más fáciles de supervisar que los más de 3 mil kilómetros de la frontera mexicano-estadounidense.
De las numerosas caravanas de migrantes que han salido caminando del sur de México en los últimos años, casi ninguna ha conseguido cruzar el istmo; fueron disueltas antes por las autoridades mexicanas.
Para ello, es imprescindible que haya una “planificación conjunta” entre los dos países y “alta prioridad” para dedicar recursos.
Desde la primera administración de Donald Trump, el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador optó por controlar el istmo para contener los flujos migratorios. Ahí es donde se colocaron más controles porque la frontera con Guatemala tiene kilómetros de selva más complicados de vigilar.
En la región del istmo, se está construyendo también el tren interoceánico que, según el gobierno mexicano, supone un foco de prosperidad y trabajo, aunque ha sido criticado por pueblos originarios de la zona y su rentabilidad económica todavía está por ver.
Salazar también habló de la importancia de trabajar con Guatemala, un país que desde la primera administración de Trump reforzó las medidas de contención de los extranjeros que cruzaban su territorio.