El cambio climático provocó que los ríos de la zona han tengan niveles bajos, lo que complicó la llegada de Santa Claus a la zona.
Santa Claus desafió el pegajoso calor de la selva de la Amazonía, tomando dos barcos para llevar regalos a los niños de una aldea cerca de la ciudad brasileña de Manaos.
La visita fue organizada por Amigos do Papai Noel, una organización benéfica brasileña que ha estado llevando regalos a los niños en la Amazonía durante los últimos 26 años.
“Para los niños de los ríos, la gente del campo, nada nuevo sucede”, platicó Raimunda Ferrera Vieira, una líder comunitaria en la aldea de Catalao, que recibió a Santa Claus el sábado. “Esto para nosotros fue un regalo de Dios”.
¿Cómo le hizo Santa Claus para llevar regalos en la selva de la Amazonía?
Más de 600 niños de distintas localidades se reunieron en Catalao para recibir regalos de Santa, quien vestido con su gorro nocturno tradicional, guantes blancos y traje rojo, soportó el sofocante calor de la selva tropical.
Para llegar a los niños, el Santa Claus brasileño navegó en un gran bote por el río Amazonas, luego remó en una canoa a lo largo de un afluente pantanoso.
Decenas de voluntarios formaron una fila hasta el bote de Santa Claus para ayudarlo a descargar el cargamento de regalos de animales de peluche, muñecas y balones de fútbol. Y dos de los ayudantes incluso tuvieron que cargar a Santa Claus fuera de su bote para evitar que sus botas se mojaran, debido a la falta de un muelle.
Según Amigos do Papai Noel, el cambio climático ha complicado las entregas de regalos.
Este año, los niveles de agua de los dos ríos más grandes de la zona, el Amazonas y el río Negro, aún están bajos. Por lo tanto, los niños tuvieron que reunirse en una comunidad donde el río era lo suficientemente profundo para que el bote de Santa pudiera llegar.
“Sabíamos que esto sería difícil”, contó Pedro Carvalho Filho, un programador informático que gestiona Amigos do Papai Noel. “Normalmente en este día hacemos tres entregas a las comunidades ribereñas”.
Aún así, Santa Claus dijo que todo el sudor y el esfuerzo valieron la pena.
“Cada niño en cada comunidad siempre sonríe”, dijo. “Dondequiera que vayas hay una sonrisa, es una gran alegría”.
POR: EL FINANCIERO