“Ante posible contingencia” señala el Obispo Alfonso Miranda
Especial
La Prensa
PIEDRAS NEGRAS, COAHUILA.- La Diócesis de Piedras Negras ha puesto en marcha un plan de contingencia para brindar apoyo a los migrantes que lleguen a la región, mediante una coordinación entre los miembros de la Pastoral Migrante y Social. El plan fue detallado durante una reunión encabezada por el obispo Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, quien aseguró que están listos para atender cualquier situación de emergencia que pueda surgir debido al incremento de personas en tránsito.
El obispo explicó que, ante la creciente llegada de migrantes tanto del sur como de aquellos que puedan ser deportados desde Estados Unidos, la Diócesis tiene ya los recursos y estrategias preparados para proporcionarles apoyo. «Estamos preparados, y es solo cuestión de que una crisis se presente para activarlo», comentó Miranda Guardiola, enfatizando la necesidad de estar alertas ante cualquier posible contingencia.
La Casa Frontera Digna, un espacio destinado para el resguardo de los migrantes, ha experimentado un incremento notable en el número de personas que recibe. Según el obispo, en solo unas semanas el número de migrantes alojados ha pasado de 250 a más de 500, y cualquier cifra superior a 500 podría considerarse como una emergencia que requiere la activación inmediata del plan de apoyo.
En cuanto al tipo de apoyo que se brindará, Miranda Guardiola detalló que la Diócesis ofrecerá lo necesario para que los migrantes puedan mantenerse en Piedras Negras el tiempo que sea necesario, proporcionando elementos básicos de supervivencia. «Les ofreceremos colchonetas, colchas, periódico, agua, alimentos y ropa adecuada para soportar las temperaturas gélidas», indicó.
Este esfuerzo de la Diócesis refleja el compromiso con la solidaridad y el bienestar de los migrantes, en un contexto de creciente presión en las fronteras y desafíos humanitarios. La comunidad católica de Piedras Negras se prepara para ofrecer un refugio y apoyo a aquellos que atraviesan la región en busca de una vida mejor, poniendo en práctica los valores de la misericordia y el servicio.
Además, el obispo subrayó que la respuesta de la Diócesis no solo se limita a un aspecto material, sino también a un acompañamiento espiritual, brindando esperanza y consuelo a quienes atraviesan situaciones de vulnerabilidad extrema.