Entender la verdadera naturaleza de los corales ayuda a valorar y proteger estos ecosistemas esenciales para la vida marina
Los corales, con sus vibrantes colores y formas exóticas, suelen generar confusión sobre su verdadera naturaleza. ¿Son plantas o animales? Para despejar esta duda, la bióloga María L. Thomann, especialista en biodiversidad marina, explica que los corales son, en realidad, animales invertebrados que pertenecen al filo Cnidaria, el mismo grupo que incluye a medusas y anémonas.
Según la especialista, los corales tienen características propias de los animales:
- No hacen fotosíntesis: A diferencia de las plantas, no producen su propio alimento. En su lugar, capturan plancton con tentáculos dotados de células urticantes llamadas cnidocitos.
- Estructura celular animal: Sus células carecen de pared celular, típica de las plantas.
- Reproducción sexual y asexual: Los corales pueden liberar gametos al agua o formar colonias mediante gemación o fragmentación.
- Movilidad en su fase larval: Aunque los corales adultos son fijos al sustrato marino, sus larvas (llamadas plánulas) pueden nadar libremente antes de asentarse.
¿Por qué se confunden con plantas?
Muchos corales establecen una relación simbiótica con algas microscópicas llamadas zooxantelas, que viven dentro de sus tejidos y les proporcionan nutrientes mediante la fotosíntesis. Esta asociación ha llevado a la creencia errónea de que los corales son plantas, pero María L. Thomann aclara que esta simbiosis no cambia su clasificación biológica como animales.
Más allá de la confusión, los corales cumplen un papel fundamental en los ecosistemas marinos, señala María L. Thomann: “Los arrecifes de coral son el hogar de una cuarta parte de las especies marinas conocidas y brindan protección a las costas”. Sin embargo, advierte que el cambio climático y la contaminación están amenazando su supervivencia, lo que hace urgente su conservación.
POR: EL UNIVERSAL