La Prensa
Agencias
Este jueves, la extradición —junto a otros 28 narcos mexicanos— de Rafael Caro Quintero a Estados Unidos culminó una larga búsqueda por parte de las autoridades de ese país, pero lo que marcó la jornada fue un gesto simbólico de justicia, con el juez Enrique “Kiki” Camarena Jr., hijo del agente de la DEA asesinado Enrique “Kiki” Camarena, entregando las esposas de su padre al exagente Steve Paris para ser colocadas al “narco de narcos” en su comparecencia ante la corte.
Este acto, capturado en una fotografía, fue difundido a través de una publicación en la red social X del grupo de periodistas de investigación estadounidenses Illicit Investigations.
La extradición del capo mexicano a Estados Unidos se da casi 40 años después de la muerte de Camarena, quien, en 1985, fue secuestrado, torturado y asesinado a manos del Cártel de Guadalajara, liderado en ese entonces por Caro Quintero.
La brutalidad de su crimen fue un hito en la lucha contra el narcotráfico, generando una persecución implacable de la DEA y el gobierno de los Estados Unidos para llevar a Caro Quintero ante la justicia. Ahora, el hijo de Camarena cierra un capítulo con el gesto símbólico.
La extradición de Caro Quintero llega en un contexto donde la diplomacia entre México y Estados Unidos atraviesa aguas turbulentas. En pleno mandato de Donald Trump, la presión sobre México era constante, con demandas para resolver problemas como el tráfico de fentanilo y la migración, acompañadas de amenazas de imponer aranceles al comercio si no se alcanzaban resultados.
La entrega de este narcotraficante, de gran perfil internacional, responde, según varios expertos, a un paquete de medidas de seguridad y colaboración entre los dos países, que incluye la entrega de otros criminales de alto perfil para demostrar la voluntad de cooperación.
La imagen de Caro Quintero, el hombre que dirigió el Cártel de Guadalajara y que fue responsable del asesinato de Camarena, siendo finalmente trasladado a Nueva York, es una victoria para las autoridades estadounidenses.