La Prensa
Agencias
“Reconozcan que en buena medida es una crisis generada que los abrazos no balazos, están cobrando factura; un mes de combate al crimen organizado, no borra seis años de abrazos a los delincuentes, hagamos un compromiso de que ese sostenga como política pública todo el sexenio”, puntualizó el legislador federal Ricardo Anaya al fijar su posicionamiento sobre la imposición de aranceles a México
Anaya responsabilizó al gobierno de Morena de la crisis arancelaria que enfrenta México, asegurando que la colusión con el crimen organizado y las reformas destructivas han debilitado la economía y la relación comercial con Estados Unidos.
El legislador federal señaló que enfrentar a un régimen populista como el de Donald Trump requiere estrategia e inteligencia, no discursos y documentos que no tendrán impacto alguno en las decisiones de la Casa Blanca: «Cuando un régimen populista se ve confrontado con razones y datos, simplemente los ignora. Lo vivimos en México durante seis años, y es exactamente lo mismo que está sucediendo ahora con Estados Unidos».
Destacó que la crisis actual no es una coincidencia, sino el resultado de políticas erróneas del gobierno de Morena, como la eliminación de órganos autónomos y el debilitamiento del poder judicial, lo que ha violado el T-MEC y generado desconfianza en los mercados internacionales.
Anaya propuso tres estrategias para contrarrestar los aranceles de Estados Unidos:
1. Imponer aranceles de manera focalizada a productos que afecten a los votantes de congresistas republicanos clave, como Texas y Nuevo México, donde el 70% de las exportaciones dependen de México.
2. Convocar una interparlamentaria con los mejores perfiles del Senado mexicano para generar presión interna en el Congreso de EE.UU.
3. Abandonar la política de «abrazos, no balazos» y comprometerse a combatir al crimen organizado de manera efectiva, como se establece en la Constitución.
Advirtió que, de mantenerse los aranceles, la economía mexicana podría entrar en una profunda recesión, afectando el tipo de cambio, el precio de la gasolina y el gas natural, lo que provocaría el cierre de empresas y la pérdida masiva de empleos.
«No podemos seguir con una estrategia errónea. Necesitamos una respuesta inteligente y efectiva que proteja a la economía mexicana y defienda el bienestar de nuestra gente», concluyó Anaya.