Señaló el párroco, Óscar Rodríguez en el marco del Miércoles de Ceniza, fecha con la que inicia la Grey Católica la celebración de la Cuaresma
Por: Lucero Velázquez
LA PRENSA
El Miércoles de Ceniza, miles de feligreses se dieron cita en las diversas santuarios, capillas y parroquias de Parras para ser partícipes de una de las celebraciones más importantes de la fe católica, cómo lo es la tradicional imposición de la ceniza.
Desde las primeras horas de este miércoles la Iglesia de San Ignacio de Loyola abrió sus puertas para llevar a cabo la misa que dio inicio al Miércoles de Ceniza, como lugar donde la comunidad parrense se dio cita para comenzar a recibir la cruz de ceniza en la frente.
La imposición de la ceniza, es un símbolo de penitencia y reflexión con el que se da inicio a la Cuaresma, que son los 40 días previos a la conmemoración de la muerte de Jesús.
En el Pueblo Mágico dicha jornada estuvo encabezada por el párroco de la Iglesia de Santa María de las Parras, Oscar Rodríguez Rivera, quién dirigió la ceremonia religiosa y recordó a los asistentes que tienen este periodo de preparación espiritual que abarca 40 días.
Asimismo, a lo largo del día se estuvieron llevando a cabo en los diversos templos católicos del municipio, la imposición de la ceniza y la celebración de la Santa Misa, en donde los sacerdotes invitaron a los fieles a vivir la cuaresma con fe, ayuno y oración.
“Lo importante, no es hacer ayuno o dejar de comer carne determinados días, sino que, lo que nos acerca a Dios, es reflexionar acerca de nuestras acciones y tratar de mejorar nuestro comportamiento con el prójimo”, señaló el párroco, Óscar Rodríguez.
¿DE DÓNDE SURGE ESTA PRÁCTICA?
Antes de Cristo, judíos y Ninibitas utilizaban la ceniza como un símbolo de penitencia. Años más tarde, los fieles católicos comenzaron esta práctica para prepararse para la celebración de la Semana Santa y, ya en el siglo XI, se agrega al misal el rito del Miércoles de Ceniza.
EL HECHO DE RECIBIR CENIZAS TIENE COMO OBJETIVO RECORDARLE AL FIEL SU ORIGEN.
“Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”. Con un sentido simbólico de muerte, caducidad, humildad y penitencia, la ceniza ayuda a que el creyente mire en su interior y descubra esas cosas que necesitan de la misericordia de Dios.
Le ayuda a reconocer que los seres humanos somos débiles, que vamos a tener un final y que necesitamos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús para poder llegar a vivir junto a Él en el Reino de los Cielos.